tag:blogger.com,1999:blog-83341439890693090842024-03-06T04:17:00.927+01:00CaminarCaminar, caminar llevando siempre en nuestros corazones y en nuestros labios el dulce nombre de JesúsCaminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.comBlogger610125tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-11857491889464796892024-02-28T13:07:00.001+01:002024-02-28T13:07:32.333+01:00Preparación para el silencio<p> «¿Cómo preparar el corazón para que se silencie?»</p><p>– Creo que lo fundamental es la actitud de confianza, de entrega y abandono. Es decir, tratar de no desear una determinada sensación, sino instalarse o desear instalarse en esa espera de lo que sea que El Señor mande.</p><p>Estar en ofrenda, dispuesto a que lo que acontezca yo lo reciba como lo que es, es decir un regalo de su Providencia, y por tanto un bien, lo entienda o no en el momento.</p><p>– De esta manera todo el día sería una oración continua… Y cuando me disponga en actitud de oración ¿cómo hacer silencio?</p><p>– Lo primero que uno quiere es hacer silencio, entonces desea que la mente se calle, apague sus ruidos y pensamientos varios, que son como un diálogo con ella misma.</p><p>Pero este querer que se haga silencio, termina muchas veces siendo el mayor ruido. Es difícil silenciar la mente a la fuerza.</p><p>Entonces este silencio puede surgir por otras vías:</p><p>Una de ellas sería una especie de «dejarse ir» hacia el silencio o los brazos de Dios, con la intención, no con las fuerzas. Como si uno dijera «me relajo, voy hacia ti Señor, sé que me llamas y me buscas Tu también». Una distensión en el amor a Jesús, un entregarse confiado.</p><p>Ese camino es muy bueno. Aunque no a todas las personas eso les ayuda.</p><p>De allí que hay otra forma que sería la concentración de la mente.</p><p>En lugar de luchar contra lo que pienso o de dejarme ir al silencio, me concentro en la oración de Jesús o en la figura del Santísimo o en el icono que tengo delante, etc. E ir llevando los pensamientos hacia Aquel en quien uno se concentra.</p><p>– ¿Y se puede hacer algo «a priori» con la mente o con el cuerpo, con la voluntad o el corazón, para prepararse para esta concentración o silencio?</p><p>– La vida cotidiana que uno lleve es clave, y sobre todo la hora previa a la oración.</p><p>El día puede ser preparación para la irrupción de la Presencia, pero siempre son importantes la lentitud y la tranquilidad.</p><p>Mis movimientos han de hacerse pausados, no debo tener nada pendiente que apremie, debo tener el cuerpo más o menos cómodo. La prisa es enemiga de la Presencia, porque no hace ruido, y no escuchamos bien lo interior.</p><p>Pero luego de las tareas más demandantes en lo cotidiano, puedes ir mermando la velocidad y buscando esa cierta parsimonia. Es como un ritmo interior, que a veces deriva de la repetición del Nombre y otras de una atención al presente.</p><p>Esto es pariente de la unción, que viene cuando uno hace tranquilas las cosas, o cuando se une el amor a Dios y a la búsqueda de la correcta ejecución de las acciones, como una ofrenda a Él.</p><p>También se puede empezar por algo bien hecho si uno ya está en medio del lío.</p><p>Yo me acuerdo como me ha ayudado esto de empezar haciendo algo bien.</p><p>Solía volver a mi celda del rezo. Y me ponía a ordenar los libros, a limpiar el polvo de la mesa, a barrer el piso etc., con puntillosidad, como si fuera algo muy importante. Aunque sabía que lo importante era lo que buscaba con ello: la unción, el contacto con Jesús.</p><p>Lo metódico y ordenado ayuda mucho a centrar la mente, y eso la silencia siempre.</p><p>Y te decía que por más agobiado que se esté en algún momento, si uno se detiene y hace algo bien, con afán de perfección por Él, ese empezar puede ayudar a sintonizar el silencio que se busca.</p><p>Finalmente, cuando uno está muy atareado, conviene tomar pequeños momentos para interiorizar la mirada, para volver al centro, por decir así.</p><p>Es importante por un lado hacer esos «altos» durante el día, que le pongan un freno a la vorágine. Eso ayuda a re-conectar ».</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUrTuDoVrHYW15GNAYnuwud15Yp_-tFVq-_bphUvhvYR73ZtUaf4OK9JnXZgghUmCqGkHe7HN4kubFCHNpv8IfTqyg9KbHviujoIwG7acB0M8UZGEjNwBZnGZgtZs5vjb5g5gpJ8QUi4_h1cbIN9JhC3C-gZGO__rdZbh430jWxqo8fRkgCLTBLe-iXm4/s1080/JESHUA.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUrTuDoVrHYW15GNAYnuwud15Yp_-tFVq-_bphUvhvYR73ZtUaf4OK9JnXZgghUmCqGkHe7HN4kubFCHNpv8IfTqyg9KbHviujoIwG7acB0M8UZGEjNwBZnGZgtZs5vjb5g5gpJ8QUi4_h1cbIN9JhC3C-gZGO__rdZbh430jWxqo8fRkgCLTBLe-iXm4/s320/JESHUA.png" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p><a href="https://elsantonombre.org/2015/11/05/preparacion-para-el-silencio/" target="_blank">https://elsantonombre.org/2015/11/05/preparacion-para-el-silencio/</a><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-21123385859581987092024-02-14T10:08:00.001+01:002024-02-14T10:08:45.041+01:00A través del desierto Dios nos guía a la libertad<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDwmZkED3JXFHBtkHqUyBsWivWdpRdUagN21osChZ7QrqP9mClXFp3RUESdY_Kag31OXFZ1ah0E5qH7o-yYCBoSfK1H4VTyL_NkpyA_qVKELsPLoXSCbIRT08HEYofLzx3AkaK48t3b0oPPPpRYrq__4Vq1kSiEzUz9G6rlHdt50IW9706c0b37tJ63i0/s612/istockphoto-1440980678-612x612.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="459" data-original-width="612" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDwmZkED3JXFHBtkHqUyBsWivWdpRdUagN21osChZ7QrqP9mClXFp3RUESdY_Kag31OXFZ1ah0E5qH7o-yYCBoSfK1H4VTyL_NkpyA_qVKELsPLoXSCbIRT08HEYofLzx3AkaK48t3b0oPPPpRYrq__4Vq1kSiEzUz9G6rlHdt50IW9706c0b37tJ63i0/s320/istockphoto-1440980678-612x612.jpg" width="320" /></a></div><br />Queridos hermanos y hermanas:</span></div><div><br /></div><div>Cuando nuestro Dios se revela, comunica la libertad: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud» (Ex 20,2). Así se abre el Decálogo dado a Moisés en el monte Sinaí. El pueblo sabe bien de qué éxodo habla Dios; la experiencia de la esclavitud todavía está impresa en su carne. Recibe las diez palabras de la alianza en el desierto como camino hacia la libertad. Nosotros las llamamos “mandamientos”, subrayando la fuerza del amor con el que Dios educa a su pueblo. La llamada a la libertad es, en efecto, una llamada vigorosa. No se agota en un acontecimiento único, porque madura durante el camino. Del mismo modo que Israel en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí ―en efecto, a menudo echa de menos el pasado y murmura contra el cielo y contra Moisés―, también hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar. Nos damos cuenta de ello cuando nos falta esperanza y vagamos por la vida como en un páramo desolado, sin una tierra prometida hacia la cual encaminarnos juntos. La Cuaresma es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser ―como anuncia el profeta Oseas― el lugar del primer amor (cf. Os 2,16-17). Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida. Como un esposo nos atrae nuevamente hacia sí y susurra palabras de amor a nuestros corazones.</div><div><br /></div><div>El éxodo de la esclavitud a la libertad no es un camino abstracto. Para que nuestra Cuaresma sea también concreta, el primer paso es querer ver la realidad. Cuando en la zarza ardiente el Señor atrajo a Moisés y le habló, se reveló inmediatamente como un Dios que ve y sobre todo escucha: «Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel» (Ex 3,7-8). También hoy llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve? Muchos factores nos alejan los unos de los otros, negando la fraternidad que nos une desde el origen.</div><div><br /></div><div>En mi viaje a Lampedusa, ante la globalización de la indiferencia planteé dos preguntas, que son cada vez más actuales: «¿Dónde estás?» (Gn 3,9) y «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9). El camino cuaresmal será concreto si, al escucharlas de nuevo, confesamos que seguimos bajo el dominio del Faraón. Es un dominio que nos deja exhaustos y nos vuelve insensibles. Es un modelo de crecimiento que nos divide y nos roba el futuro; que ha contaminado la tierra, el aire y el agua, pero también las almas. Porque, si bien con el bautismo ya ha comenzado nuestra liberación, queda en nosotros una inexplicable añoranza por la esclavitud. Es como una atracción hacia la seguridad de lo ya visto, en detrimento de la libertad.</div><div><br /></div><div>Quisiera señalarles un detalle de no poca importancia en el relato del Éxodo: es Dios quien ve, quien se conmueve y quien libera, no es Israel quien lo pide. El Faraón, en efecto, destruye incluso los sueños, roba el cielo, hace que parezca inmodificable un mundo en el que se pisotea la dignidad y se niegan los vínculos auténticos. Es decir, logra mantener todo sujeto a él. Preguntémonos: ¿deseo un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo? El testimonio de muchos hermanos obispos y de un gran número de aquellos que trabajan por la paz y la justicia me convence cada vez más de que lo que hay que denunciar es un déficit de esperanza. Es un impedimento para soñar, un grito mudo que llega hasta el cielo y conmueve el corazón de Dios. Se parece a esa añoranza por la esclavitud que paraliza a Israel en el desierto, impidiéndole avanzar. El éxodo puede interrumpirse. De otro modo no se explicaría que una humanidad que ha alcanzado el umbral de la fraternidad universal y niveles de desarrollo científico, técnico, cultural y jurídico, capaces de garantizar la dignidad de todos, camine en la oscuridad de las desigualdades y los conflictos.</div><div><br /></div><div>Dios no se cansa de nosotros. Acojamos la Cuaresma como el tiempo fuerte en el que su Palabra se dirige de nuevo a nosotros: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud» (Ex 20,2). Es tiempo de conversión, tiempo de libertad. Jesús mismo, como recordamos cada año en el primer domingo de Cuaresma, fue conducido por el Espíritu al desierto para ser probado en su libertad. Durante cuarenta días estará ante nosotros y con nosotros: es el Hijo encarnado. A diferencia del Faraón, Dios no quiere súbditos, sino hijos. El desierto es el espacio en el que nuestra libertad puede madurar en una decisión personal de no volver a caer en la esclavitud. En Cuaresma, encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca antes habíamos recorrido.</div><div><br /></div><div>Esto implica una lucha, que el libro del Éxodo y las tentaciones de Jesús en el desierto nos narran claramente. A la voz de Dios, que dice: «Tú eres mi Hijo muy querido» (Mc 1,11) y «no tendrás otros dioses delante de mí» (Ex 20,3), se oponen de hecho las mentiras del enemigo. Más temibles que el Faraón son los ídolos; podríamos considerarlos como su voz en nosotros. El sentirse omnipotentes, reconocidos por todos, tomar ventaja sobre los demás: todo ser humano siente en su interior la seducción de esta mentira. Es un camino trillado. Por eso, podemos apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas. Esas cosas en lugar de impulsarnos, nos paralizarán. En lugar de unirnos, nos enfrentarán. Existe, sin embargo, una nueva humanidad, la de los pequeños y humildes que no han sucumbido al encanto de la mentira. Mientras que los ídolos vuelven mudos, ciegos, sordos, inmóviles a quienes les sirven (cf. Sal 115,8), los pobres de espíritu están inmediatamente abiertos y bien dispuestos; son una fuerza silenciosa del bien que sana y sostiene el mundo.</div><div><br /></div><div>Es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan. Entonces el corazón atrofiado y aislado se despertará. Por tanto, desacelerar y detenerse. La dimensión contemplativa de la vida, que la Cuaresma nos hará redescubrir, movilizará nuevas energías. Delante de la presencia de Dios nos convertimos en hermanas y hermanos, percibimos a los demás con nueva intensidad; en lugar de amenazas y enemigos encontramos compañeras y compañeros de viaje. Este es el sueño de Dios, la tierra prometida hacia la que marchamos cuando salimos de la esclavitud.</div><div><br /></div><div>La forma sinodal de la Iglesia, que en estos últimos años estamos redescubriendo y cultivando, sugiere que la Cuaresma sea también un tiempo de decisiones comunitarias, de pequeñas y grandes decisiones a contracorriente, capaces de cambiar la cotidianeidad de las personas y la vida de un barrio: los hábitos de compra, el cuidado de la creación, la inclusión de los invisibles o los despreciados. Invito a todas las comunidades cristianas a hacer esto: a ofrecer a sus fieles momentos para reflexionar sobre los estilos de vida; a darse tiempo para verificar su presencia en el barrio y su contribución para mejorarlo. Ay de nosotros si la penitencia cristiana fuera como la que entristecía a Jesús. También a nosotros Él nos dice: «No pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan» (Mt 6,16). Más bien, que se vea la alegría en los rostros, que se sienta la fragancia de la libertad, que se libere ese amor que hace nuevas todas las cosas, empezando por las más pequeñas y cercanas. Esto puede suceder en cada comunidad cristiana.</div><div><br /></div><div>En la medida en que esta Cuaresma sea de conversión, entonces, la humanidad extraviada sentirá un estremecimiento de creatividad; el destello de una nueva esperanza. Quisiera decirles, como a los jóvenes que encontré en Lisboa el verano pasado: «Busquen y arriesguen, busquen y arriesguen. En este momento histórico los desafíos son enormes, los quejidos dolorosos —estamos viviendo una tercera guerra mundial a pedacitos—, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo. Y hace falta coraje para pensar esto» (Discurso a los universitarios, 3 agosto 2023). Es la valentía de la conversión, de salir de la esclavitud. La fe y la caridad llevan de la mano a esta pequeña esperanza. Le enseñan a caminar y, al mismo tiempo, es ella la que las arrastra hacia adelante.[1]</div><div><br /></div><div>Los bendigo a todos y a vuestro camino cuaresmal.</div><div><br /></div><div>Roma, San Juan de Letrán, 3 de diciembre de 2023, I Domingo de Adviento.</div><div><br /></div><div>FRANCISCO</div><p></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-71423079531039543252024-02-02T09:30:00.000+01:002024-02-03T08:22:41.690+01:00Como amar<p><span style="font-family: courier; font-size: medium;"> En primer lugar, que le amemos (a Dios) con todo nuestro corazón. Es decir, que nuestros pensamientos estén puestos siempre en él de forma verdadera. Y con toda nuestra alma. Es decir, que aunque nos cueste la vida no digamos más que la verdad. Y con toda nuestra virtud. Es decir, que hagamos todas nuestras obras puramente por él. [Que nos amemos] a nosotros mismos como debemos. Esto es, que haciéndolo no busquemos nuestro provecho, sino la perfecta voluntad de Dios. Y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es decir, que no hagamos, ni pensemos, ni digamos de nuestro prójimo lo que no querríamos que se nos hiciera a nosotros. Estos mandamientos son necesarios para la salvación de todos: una vida inferior a ellos no puede merecer la gracia.</span></p><p><span style="font-family: courier; font-size: medium;">Ved aquí el ejemplo del joven que dijo a Jesucristo que él los había guardado desde su infancia y Jesucristo le dijo: «Te falta hacer una cosa si quieres ser perfecto. Esto es: ve y vende todas las cosas que tienes, dáselas a los pobres, y después sígueme y tendrás un tesoro en el cielo». Este es el consejo para alcanzar la perfección de todas las Virtudes, quien lo atienda permanecerá en la caridad verdadera.</span></p><p><br /></p><p>"El esjo de las almas simples"</p><p>Margarita Porete</p><p>El Santo Nombre: <a href="https://www.youtube.com/live/OJVKU_dTDJs?feature=shared">https://www.youtube.com/live/OJVKU_dTDJs?feature=shared</a><br /></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinVuFy9-K0FsHFNN7pqYvpzmg3BKvtgDZ9yRrGPHq-WNNAFhIvQeGmMYVddoNCLyKK1vRtA7kUuKOAvOpcKGrXWmaqpa-oeuFjj10LhEqFaIP51PzrIepa71E1j-VVTqfbShyphenhyphenOtX6Vfq_ACcsQetUYeh4a9kQxb0ik8uZLgAiPJEqRCi92kbfczj1xXVw/s1080/JESHUA.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinVuFy9-K0FsHFNN7pqYvpzmg3BKvtgDZ9yRrGPHq-WNNAFhIvQeGmMYVddoNCLyKK1vRtA7kUuKOAvOpcKGrXWmaqpa-oeuFjj10LhEqFaIP51PzrIepa71E1j-VVTqfbShyphenhyphenOtX6Vfq_ACcsQetUYeh4a9kQxb0ik8uZLgAiPJEqRCi92kbfczj1xXVw/s320/JESHUA.png" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-87232877865078719332024-01-03T09:00:00.001+01:002024-01-03T09:00:00.131+01:00Jeshua<p><span style="font-family: verdana;"><i> <span style="font-size: large;">Caminar, caminar llevando siempre en nuestros corazones y en nuestros labios el dulce nombre de Jesús.</span></i></span></p><div><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Fuente: <a href="https://elsantonombre.org/2023/12/31/orad-sin-cesar-2/">https://elsantonombre.org/2023/12/31/orad-sin-cesar-2/</a></span></div><div><br /></div><div><br /></div><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/ph_br-AB14I?si=IoDjj-nnlmIp-qAI" title="YouTube video player" width="560"></iframe>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-25009645543052606092023-12-24T18:07:00.000+01:002023-12-24T18:07:12.323+01:00Divino nacimiento<blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: left;"><em style="font-family: Lato, sans-serif; font-size: 18px; letter-spacing: 0.05em; text-align: right;">Hay gente que engendra a Nuestro Señor espiritualmente así como su madre lo engendró corporalmente. [...] están en la tierra, pero su casa está en el cielo.</em></p></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><span style="font-family: Lato, sans-serif;"><span style="font-size: 18px; letter-spacing: 0.9px;">El Padre engendra a su Hijo en la eternidad igual a sí mismo. [...] Todavía digo algo más: él lo ha engendrado en mi alma. [...] El Padre engendra a su Hijo en el alma de la misma manera en que él la engendra en la eternidad.</span></span></p><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><span style="font-family: Lato, sans-serif;"><span style="font-size: 18px; letter-spacing: 0.9px;"><i>Quien busca a Dios sin modo, lo comprende tal como es en sí mismo. [...] Quien durante mil años preguntara a la vida: "¿por qué vives?", si pudiera responder no diría otra cosa que "vivo porque vivo". La vida [...] vive sin porqué.</i></span></span></p><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><span style="font-family: Lato, sans-serif;"><span style="font-size: 18px; letter-spacing: 0.9px;">Mientras el alma está empleada con fervor en esta búsqueda, una estrella se levanta ante sus ojos. Algo que brilla, eso es la estrella. Luz que habla al corazón indicándole el lugar del divino nacimiento, que la razón por sí sola jamás podría descubrir.</span></span></p><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><span style="font-family: Lato, sans-serif;"><span style="font-size: 18px; letter-spacing: 0.9px;"><i>No es posible para el alma penetrar por sus propias fuerzas y descubrir el misterio. Es preciso que la luz irradiada por el Verbo nos guíe hasta ver qué es y dónde está.</i></span></span></p><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><span style="font-family: Lato, sans-serif;"><span style="font-size: 18px; letter-spacing: 0.9px;">[...] Cuando esta luz pura nos penetra, toda imagen, forma y figura se disipan. Entonces aparece claramente el divino nacimiento.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPf_d8G5nj1oYCj4w4iCAKIR8SLjhyphenhyphenH3P1USRtCfcmwJws9PXB8TDbD9H5l6jAmpWPYQS8TaC05a6NrZvRi3bAEXoXsfw7dzpeqXWj2dgEP4VR_YloCHq7dCPDSRuHZMx2R4iMT16c2YwmfotLQzoW0DHTleaH80Tkal1fmR1bMelz3sg82iLcDjjBbRw/s704/prueba%207%20(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="696" data-original-width="704" height="359" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPf_d8G5nj1oYCj4w4iCAKIR8SLjhyphenhyphenH3P1USRtCfcmwJws9PXB8TDbD9H5l6jAmpWPYQS8TaC05a6NrZvRi3bAEXoXsfw7dzpeqXWj2dgEP4VR_YloCHq7dCPDSRuHZMx2R4iMT16c2YwmfotLQzoW0DHTleaH80Tkal1fmR1bMelz3sg82iLcDjjBbRw/w364-h359/prueba%207%20(1).jpg" width="364" /></a></div><br /><p style="-webkit-font-smoothing: antialiased !important; font-family: Lato, sans-serif !important; font-size: 18px !important; letter-spacing: 0.05em !important; line-height: 26px !important; margin-left: 240px; text-align: right;"><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-76528540287005731322023-12-17T11:28:00.000+01:002023-12-17T11:28:24.918+01:00María y la Palabra<p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">A propósito del Salmo del III Domingo de Adviento:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><i>"Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador"</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">«El Magníficat –un retrato del alma de María, por decirlo así– está completamente tejido por los hilos tomados de la Sagrada Escritura, de la Palabra de Dios. Así se pone de relieve que la Palabra de Dios es verdaderamente su propia casa, de la cual sale y entra con toda naturalidad. Habla y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se convierte en palabra suya, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Así se pone de manifiesto, además, que sus pensamientos están en sintonía con el pensamiento de Dios, que su querer es un querer con Dios. Al estar íntimamente penetrada por la Palabra de Dios, puede convertirse en madre de la Palabra encarnada». </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNb23rJS1wz3sLTMUKoOPyb7kBbWAUlk3l34r8V9wqs_8Tc5YEdvkBPcpxueY3hVKL0LXIGiXYmZ4Gr0pJIqVub03pmRY3oPjPXyTB7tdnFkL33z8wC7_vIERCqVSU7DwCrRWVy0_HEvrQzjoGXo_keAkxo92pwbnOyCX-7LMIKX-qm-3vSSchul010E0/s809/virgen%20colegiata.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="809" data-original-width="758" height="371" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNb23rJS1wz3sLTMUKoOPyb7kBbWAUlk3l34r8V9wqs_8Tc5YEdvkBPcpxueY3hVKL0LXIGiXYmZ4Gr0pJIqVub03pmRY3oPjPXyTB7tdnFkL33z8wC7_vIERCqVSU7DwCrRWVy0_HEvrQzjoGXo_keAkxo92pwbnOyCX-7LMIKX-qm-3vSSchul010E0/w348-h371/virgen%20colegiata.png" width="348" /></a></div><br /><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span><p></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-52253758436068966092023-12-03T09:50:00.004+01:002023-12-03T17:39:50.961+01:00Adviento<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQfhltW_CeDsfvOmjva9KILjaba4h-FY6cP6P1Y0YGLOo66c6Y1PNV4sba6eZgqACXhMdRWUPUJpL8DM-BKCnB9c0TG5___OZHSSnFhR9w0OXpte-yupNZYNGtc3oZxQzs0KPtAdUZKI7rrAbyx6Vv_JttjvqvOEiaA96NEl13Zwl17OnfY2AOMJpXjOA/s1080/2.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQfhltW_CeDsfvOmjva9KILjaba4h-FY6cP6P1Y0YGLOo66c6Y1PNV4sba6eZgqACXhMdRWUPUJpL8DM-BKCnB9c0TG5___OZHSSnFhR9w0OXpte-yupNZYNGtc3oZxQzs0KPtAdUZKI7rrAbyx6Vv_JttjvqvOEiaA96NEl13Zwl17OnfY2AOMJpXjOA/w428-h428/2.png" width="428" /></a></div><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">Amanece.</span><p></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">Primer domingo de Adviento.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">Plegaria hecha súlica.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">¡Ven, Señor Jesús!</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">Los hombres te seguimos necesitando.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: medium;">Concede al mundo el don de tu Paz en tu venida.</span></p><p><br /></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;">"Caminar en Adviento es un buen símbolo de la espiritualidad de este tiempo con el que preparamos la Navidad. Israel, en la espera del Mesías, fue un pueblo siempre en camino, peregrino de la geografía y de la fe. Cuando ese Mesías llegó a su pueblo se convirtió, también él, en un peregrino, verdadero hijo de Abraham y sucesor del éxodo de Moisés. La meta de las esperanzas de Israel es también camino, el Camino definitivo del hombre para llegar a la Meta del Padre, a cuya sombra todas las demás metas son símbolo y etapa.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Por eso, los discípulos del Mesías somos también caminantes y estamos también a la espera: hemos conocido la Meta y nos hemos puesto en camino para llegar a ella con el esfuerzo de nuestros pies y la lucha de nuestra fe.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Es cierto que, en este camino, no da la impresión de que estemos «todos, todos, todos». Más bien, parece disminuir el número de los que esperan a Cristo y se esfuerzan por el Reino. Los números no son un buen aliado para calcular nuestros frutos. Pero, tal vez, esto nos ayude a vivir la fe y la peregrinación con una dimensión más misionera: los que caminamos, pocos o muchos, lo hacemos en el nombre de todos y como testimonio para todos. Así funciona la dinámica de lo humano: si esperamos a que todos estemos convencidos, nunca nos pondríamos en camino; necesitamos que algunos sean precursores, que abran caminos nuevos para que los demás, incentivados por su ejemplo, puedan convertirse en peregrinos.</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;"></span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La esperanza no se puede construir en la pasividad, sin esfuerzo y sin metas. La esperanza es una característica del peregrino, de la persona esforzada y motivada. El Adviento está llamado a ser, año tras año, siembra de esperanza para nuestra Iglesia y para nuestro mundo."</span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Tomado de internet </span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-67561975814321995042023-11-18T12:51:00.000+01:002023-11-18T12:51:10.000+01:00Parábola de los talentos<p> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Mateo 25, 14-30</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>El evangelio de este domingo es la parábola de los talentos. Por desgracia, en el pasado el significado de esta parábola ha sido habitualmente tergiversado, o al menos muy reducido. Cuando escuchamos hablar de los talentos, pensamos en seguida en las dotes naturales de inteligencia, belleza, fuerza, capacidades artísticas. La metáfora se usa para hablar de actores, cantantes, cómicos... El uso no es del todo equivocado, pero sí secundario. Jesús no pretendía hablar de la obligación de desarrollar las dotes naturales de cada uno, sino de hacer fructificar los dones espirituales recibidos de Él. A desarrollar las dotes naturales ya nos empuja la naturaleza, la ambición, la sed de ganancia. A veces, al contrario, es necesario poner freno a esta tendencia de hacer valer los talentos propios porque puede convertirse fácilmente en afán por hacer carrera y por imponerse a los demás.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Los talentos de los que habla Jesús son la Palabra de Dios, la fe, en una palabra, el reino que ha anunciado. En este sentido la parábola de los talentos conecta con la del sembrador [Mt 13, 1-23]. A la suerte diversa de la semilla que él ha echado -que en algunos casos produce el sesenta por ciento, en otros en cambio se queda entre las espinas, o se lo comen los pájaros del cielo-, corresponde aquí la diferente ganancia realizada con los talentos.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Los talentos son, para nosotros cristianos de hoy, la fe y los sacramentos que hemos recibido. La palabra nos obliga a hacer un examen de conciencia: ¿qué uso estamos haciendo de estos talentos? ¿Nos parecemos al siervo que los hace fructificar o al que los entierra? Para muchos el propio bautismo es verdaderamente un talento enterrado. Yo lo comparo a un paquete regalo que uno ha recibido por Navidad y que ha sido olvidado en un rincón, sin haberlo nunca abierto o tirado.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Los frutos de los talentos naturales acaban con nosotros, o como mucho pasan a los herederos; los frutos de los talentos espirituales nos siguen a la vida eterna y un día nos valdrán la aprobación del Juez divino: "Bien, siervo bueno y fiel, has sido fiel en lo poco, te daré autoridad sobre lo mucho: toma parte en el gozo de tu señor".</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Nuestro deber humano y cristiano no es solo desarrollar nuestros talentos naturales y espirituales, sino también de ayudar a los demás a desarrollar los suyos.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>En el mundo moderno existe una profesión que se llama, en inglés, talent-scout, descubridor de talentos. Son personas que saben encontrar talentos ocultos -de pintor, de cantante, de actor, de jugador de fútbol- y les ayudan a cultivar su talento y a encontrar un patrocinador. No lo hacen gratis, naturalmente, ni por amor al arte, sino para tener un porcentaje en sus ganancias, una vez que se han afirmado.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>El Evangelio nos invita a todos a ser talent-scouts, "descubridores de talentos", pero no por amor a la ganancia sino para ayudar a quienes no tienen la posibilidad de afirmarse por sí mismos. La humanidad debe algunos de sus mejores genios o artistas al altruismo de una persona amiga que ha creído en ellos y les ha animado, cuando nadie creía en ellos. Un caso ejemplar que me viene a la mente es el de Theo Van Gogh, que sostuvo toda la vida, económica y moralmente, a su hermano Vincent, cuando nadie creía en él y no lograba vender ninguno de sus cuadros. Entre ellos se intercambiaron más de seiscientas cartas, que son un documento de altísima humanidad y espiritualidad. Sin él no tendríamos hoy esos cuadros que todos amamos y admiramos.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i></i></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhUQrCMf52BaEBkEfZTpX-iAUlGVXlluG3VunZ73Z1reoU3RNaSt7On2wwLwHLyFL3v2SnHp9VIFLzwKvUhQhAAhSOGzkM6Q0iPu_z_HJOhrpFlPoaZkXhg_B2tXAC4nKrxsQIhtwHO8OgAHmpT8XCT_QGWYbB5FZBIpB1wAZwJx3QxCMmi0MqikTqeWZo" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="360" data-original-width="640" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhUQrCMf52BaEBkEfZTpX-iAUlGVXlluG3VunZ73Z1reoU3RNaSt7On2wwLwHLyFL3v2SnHp9VIFLzwKvUhQhAAhSOGzkM6Q0iPu_z_HJOhrpFlPoaZkXhg_B2tXAC4nKrxsQIhtwHO8OgAHmpT8XCT_QGWYbB5FZBIpB1wAZwJx3QxCMmi0MqikTqeWZo=w450-h253" width="450" /></a></i></span></div><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><i><br /><br /></i></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>La primera lectura del domingo [Prov 31, 10-13,19-20, 30-31]nos invita a detenernos en un talento en particular, que es al mismo tiempo natural y espiritual: el talento de la femineidad, el talento de ser mujer. Contiene de hecho el conocido elogio de la mujer que comienza con las palabras: "Una mujer completa, ¿quién la encontrará?". Este elogio, tan bello, tiene un defecto, que no depende obviamente de la Biblia sino de la época en la que fue escrito y de la cultura que refleja. Si uno se fija, descubre que este talento está enteramente en función del hombre. Su conclusión es: bendito el hombre que tiene una mujer así. Ella le teje hermosos vestidos, honra a su casa, le permite caminar con la cabeza alta entre sus amigos. No creo que las mujeres sean hoy entusiastas de este elogio.</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Dejando aparte este límite, quisiera subrayar la actualidad de este elogio de la mujer. Desde todas partes surge la exigencia de dar más espacio a la mujer, de valorar el genio femenino. Nosotros no creemos que "el eterno femenino nos salvará". La experiencia cotidiana muestra que la mujer puede "elevarnos a lo alto", pero también puede precipitarnos hacia abajo. También ella necesita ser salvada por Cristo. Pero es cierto que, una vez redimida por Él y "liberada", en el plano humano, de las antiguas sujeciones, ella puede contribuir a salvar nuestra sociedad de algunos males inveterados que la amenazan: violencia, voluntad de poder, aridez espiritual, desprecio por la vida...</i></span></span></p><p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, Times, serif;"><span style="font-size: 19px;"><i>Después de tantas épocas que han tomado el nombre del hombre -la era del homo erectus, homo faber, hasta el homo sapiens, de hoy-, hay que augurar que se abra finalmente, para la humanidad entera, una era de la mujer: una era del corazón, de la ternura, de la compasión. Ha sido el culto a la Virgen el que ha inspirado, en los siglos pasados, el respeto por la mujer y su idealización en buena parte de la literatura y del arte. También la mujer de hoy puede mirarla a ella como modelo, amiga y aliada a la hora de defender su propia dignidad y el talento de ser mujer.</i></span></span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-31875566417350225882023-09-30T18:16:00.000+02:002023-09-30T18:16:18.232+02:00Tener fe<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> <span style="font-family: courier;"><b>Tener fe</b> es morir a causa de Cristo por sus mandamientos; </span><span style="font-family: courier;">es creer que esta </span><b style="font-family: courier;">muerte</b><span style="font-family: courier;"> </span><span style="font-family: courier;">es una fuenta de <b>vida</b>; </span><span style="font-family: courier;">es considerar la </span><b style="font-family: courier;">pobreza</b><span style="font-family: courier;"> </span><span style="font-family: courier;">como una </span><b style="font-family: courier;">riqueza</b><span style="font-family: courier;">, </span><span style="font-family: courier;">la </span><b style="font-family: courier;">bajeza y la humillación</b><span style="font-family: courier;"> </span><span style="font-family: courier;">como una verdadera </span><b style="font-family: courier;">gloria</b><span style="font-family: courier;"> y un real </span><b style="font-family: courier;">honor</b><span style="font-family: courier;">; </span><span style="font-family: courier;">es creer igualamete que se posee </span><b style="font-family: courier;">todo</b><span style="font-family: courier;"> </span><span style="font-family: courier;">cuando no se tiene </span><b style="font-family: courier;">nada</b><span style="font-family: courier;">; </span><span style="font-family: courier;">y más aún, es poseer la insondable riqueza del conocimiento de Cristo </span><span style="font-family: courier;">y mirar como lodo o humo todas las cosas visibles. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirs50Qv30_veXczThRuAXujl6O8-1NDHfdhPrrYfnOBqAxuYCUKT0CK2FvWgwnrVdbSb3UfdPQfBL82z5Z0UkohG5FfuGNcq5ievLH7Zv3H94qTH6XzMr0_NryVKMMYtokNey2Uof2K30FXNmPrFNQaSsa1q6XxSHuEUwRuTRcGDwDeaBnxssuo91wyHM/s1080/El%20texto%20del%20p%C3%A1rrafo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="401" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirs50Qv30_veXczThRuAXujl6O8-1NDHfdhPrrYfnOBqAxuYCUKT0CK2FvWgwnrVdbSb3UfdPQfBL82z5Z0UkohG5FfuGNcq5ievLH7Zv3H94qTH6XzMr0_NryVKMMYtokNey2Uof2K30FXNmPrFNQaSsa1q6XxSHuEUwRuTRcGDwDeaBnxssuo91wyHM/w401-h401/El%20texto%20del%20p%C3%A1rrafo.png" width="401" /></a></div><br /><p><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-23058106320728402002023-09-10T22:44:00.001+02:002023-09-10T22:44:44.719+02:00Salmo de Isaac de Nínive<p><span style="font-size: x-large;"> T</span><span style="font-size: medium;">u Cruz es la puerta de todos los misterios.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Concédeme, Oh Dios, la misericordia del silencio,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Experimentar lo que sólo engendra el silencio,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Aquello que las lenguas no pueden decir.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Quiero amar el silencio que me une a Ti</span></p><p><span style="font-size: medium;">Y regar con él las raíces de mi alma.</span></p><p><span style="font-size: medium;">La oración contigo es puerto, fuente, arca, ancla,</span></p><p><span style="font-size: medium;">luz, bastón, refugio, medicina, escudo.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Dame las palabras de la experiencia</span></p><p><span style="font-size: medium;">Que los mercaderes de palabras no pueden vender,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Aquellas palabras que en tiempo de tinieblas recuerde para no caer.</span></p><p><span style="font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwOpyNvn3wj43QnCYjFaK46Nlozh8-L9mfQVDAvBJPp2al6maPEX4oJ_ygN0GSq-uTeJVS8Q_2it-ZQDFhnkL-koG8PyJUHkfZBDx6SbyfChYpslGTgalxf7OaOQfbDukFaI5b0k8pfq5Q8bKCvWSb5F8715KtuGFHxIReUxsKiIs6wMtp64QtIOtWjnQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="450" data-original-width="600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwOpyNvn3wj43QnCYjFaK46Nlozh8-L9mfQVDAvBJPp2al6maPEX4oJ_ygN0GSq-uTeJVS8Q_2it-ZQDFhnkL-koG8PyJUHkfZBDx6SbyfChYpslGTgalxf7OaOQfbDukFaI5b0k8pfq5Q8bKCvWSb5F8715KtuGFHxIReUxsKiIs6wMtp64QtIOtWjnQ=w400-h300" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p><p><span style="font-size: x-large;">S</span><span style="font-size: medium;">i no me conozco, soy hombre perdido:</span></p><p><span style="font-size: medium;">Examinaré cada día mi corazón</span></p><p><span style="font-size: medium;">Para que no se apague el calor de mi alma.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Déjame sentir mis pecados y mi debilidad,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Ser sensible al mal que hago</span></p><p><span style="font-size: medium;">Para que todo lo que haga nazca de la humildad</span></p><p><span style="font-size: medium;">Y sea bello.</span></p><p><span style="font-size: medium;"> </span></p><p><span style="font-size: x-large;">T</span><span style="font-size: medium;">ú me ayudas a no desesperar cuando suceden las tentaciones,</span></p><p><span style="font-size: medium;">¿qué comerciante viaja por mares sin sufrir pérdidas?</span></p><p><span style="font-size: medium;">Tú me llamas para que cuando esté herido no me dé la vuelta.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Tú te preocupas en extremo por mí,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Tu bondad supera lo que te pido,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Tu compasión es mayor que mis razones.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Nunca me desbordan pruebas para las que no me hayas dado un don.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Cuando me siento humillado me rodeas y abrazas con tu misericordia</span></p><p><span style="font-size: medium;">Y tras tu ayuda mi alma se sobrecoge en el asombro y el silencio.</span></p><p><span style="font-size: medium;"> </span></p><p><span style="font-size: x-large;">A</span><span style="font-size: medium;">l amar a los pobres encuentro la misericordia</span></p><p><span style="font-size: medium;">Hazme amar inflamado por la creación entera,</span></p><p><span style="font-size: medium;">No ver a ninguna criatura sin sentir que la compasión inmensa impregna mi corazón</span></p><p><span style="font-size: medium;">Que se enternece incluso ante las pequeñas penas de los demás.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Nutre mi alma con misericordia como el aceite a la lámpara</span></p><p><span style="font-size: medium;">Porque nada acerca mi corazón más a ti que la Caridad.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Hazme amar la pobreza que recoge el pensamiento y lo libra de la dispersión,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Aléjame de la sobreabundancia que trae la confusión,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Hazme romper con el exceso de cosas que disipan mi quietud interior.</span></p><p><span style="font-size: medium;"> </span></p><p><span style="font-size: x-large;">N</span><span style="font-size: medium;">o quiero discutir con quien no conoce la verdad</span></p><p><span style="font-size: medium;">Pero tampoco esconderla a quien desea conocerla</span></p><p><span style="font-size: medium;">Aunque también sé que quien no ha bebido vino</span></p><p><span style="font-size: medium;">No se embriaga porque le hablen de él.</span></p><p><span style="font-size: medium;">Donde habita el Espíritu, Tu verdad no es motivo de contienda ni griterío</span></p><p><span style="font-size: medium;">Sino de paz, amor y humildad,</span></p><p><span style="font-size: medium;">Pero sean cuales sean los caminos de los hombres</span></p><p><span style="font-size: medium;">No encontraremos paz hasta que no lleguen al lugar de tu Esperanza, oh, Señor.</span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-40622189669461450462023-07-21T12:23:00.002+02:002023-07-21T12:24:26.986+02:00 Mansedumbre (II)<p><span style="font-size: medium;">La mansedumbre es, para Evagrio, la fuente del conocimiento de Cristo. Sin mansedumbre, por más que uno lea la Biblia y lleve una vida austera, no entenderá nunca el misterio de Cristo. Escribe a un discípulo suyo: «Sobre todo no olvides la mansedumbre y la suavidad, que purifican al alma y acercan al conocimiento de Cristo» (Brief, 34).</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">El conocimiento de Cristo es otra expresión para designar la contemplación. Sin mansedumbre no se da ninguna verdadera contemplación. Escribe Evagrio a Rufino: «Estoy convencido de que tu mansedumbre es para ti la causa del mayor conocimiento, pues ninguna virtud atrae tanto la sabiduría como la mansedumbre, por la cual fue alabado Moisés, diciéndose de él que era el más manso de todos los hombres. También yo pido llegar a ser y a ser llamado con verdad discípulo del Manso» (Brief, 36).</span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT5Ans1Zdua2EYAUo02fXvrqJXAQISEjEVaz1tNxHUEF43i-Z1Jx70GwVgH6zTIxt7d5s4Jn_m2a_i7NFE7JkoE8J-L0Uz_NT1teyNBTroyaHuvyx2ywpI4RNNORxGguYv0psfVxNHbP3OjJpWS9nM9fSL1h8SPzSKlM7m_dCaF-gUpMXQhMFsIRpLCSw/s1920/mansedumbre-app1920x1080.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT5Ans1Zdua2EYAUo02fXvrqJXAQISEjEVaz1tNxHUEF43i-Z1Jx70GwVgH6zTIxt7d5s4Jn_m2a_i7NFE7JkoE8J-L0Uz_NT1teyNBTroyaHuvyx2ywpI4RNNORxGguYv0psfVxNHbP3OjJpWS9nM9fSL1h8SPzSKlM7m_dCaF-gUpMXQhMFsIRpLCSw/w393-h221/mansedumbre-app1920x1080.jpg" width="393" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">La mansedumbre es también señal de que hemos entendido a Cristo y de que le seguimos.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">Como se ve, es ésta una espiritualidad bien distinta de la que se presenta en los libros de moral de los años cincuenta. Lo que distingue la espiritualidad de los monjes antiguos no es el rigor, no el moralizar, no el meter miedo, sino el animar a la mansedumbre. Un hombre manso atrae a muchos. No tiene que convencer de la verdad de su fe a los que profesan otra fe. No necesita misionarlos. Su mansedumbre es testimonio suficiente de Cristo. El que se encuentra con su mansedumbre, se encuentra con Cristo y le reconocerá por esto.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">Mansedumbre y misericordia son los criterios de la auténtica espiritualidad. Si miramos y enjuiciamos con estos criterios las actuales formas de piedad, reconoceremos fácilmente qué tipo de piedad surge del miedo de las sombras, y cuál del espíritu de Jesús. Sólo cuando el hombre se hace manso y trata con misericordia a los demás demuestra que su espiritualidad es según Cristo. Todas las demás formas pueden revestirse de espiritualidad, pero proceden del espíritu del propio miedo y de la presión de las pasiones. Pues aprendamos de los antiguos monjes a desarrollar una espiritualidad que responda al verdadero espíritu de Cristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-47808845019664514272023-07-08T10:07:00.002+02:002023-07-08T10:07:50.105+02:00Vivir en el hoy<p> Se atribuye al poeta latino Virgilio la expresión tempus fugit —el tiempo se escapa, el tiempo vuela— que evoca en nosotros el veloz transcurso de los días, de los meses, de los años. Todos los acontecimientos de nuestra historia han ocurrido en el tiempo, en un momento determinado que existió alguna vez y ya no volverá. Este carácter único del tiempo ha maravillado —y también, por qué no decirlo, asustado— al hombre de todas las épocas.</p><p>En nuestros días hemos llegado a convertir el tiempo, tal vez, en un bien más de consumo; oímos continuamente frases como «no me queda tiempo», «qué pérdida de tiempo», «el tiempo vale oro», entre otras, que pueden generar en nosotros culpabilidad, angustia, ansiedad, incluso tristeza… Quizás para controlarlo mejor, lo hemos compartimentado, fragmentado en distintos momentos: el tiempo de trabajo, el de ocio, el que es sólo para mí, el que es para los demás. Falta unidad, cohesión e integración a nuestro tiempo, al que es de cada uno.</p><p>Vivir el día de hoy es una gracia que podemos pedir.</p><p>Surge entonces la pregunta: ¿qué puede dar unidad al tiempo? ¿Qué puede darle sentido? ¿Qué llena de contenido cada minuto de la vida? Para el cristiano la respuesta es sencilla: se trata de ser consciente de una Presencia, de una Persona que irrumpe en mi tiempo y no se marcha; Cristo Resucitado que actúa en mi vida hoy, que me regala una continua sucesión de momentos preciosos donde la gracia se puede dar, la ilusión puede nacer y la esperanza se puede mantener. Son oportunidades de gracia ¿nos atrevemos a recibirlas?</p><p>Cristo se hizo hombre en el tiempo, en un lugar concreto, en una época concreta. Nos salva en el tiempo. Este conocimiento ilumina cada minuto de la vida del hombre, en todas las épocas, en todos los lugares.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEif8e3OmwqsJz2cr73UZ7OB0RsFk2q8ZrHxjd18dkdEm5f9NFD4yH9ZPsOVZYuxiOLTEWQCI4hXak05MQXV_0qMjH8NytC_XSo3FdXCaIecBq9nzErHbrHjgLpem_9sBo1YZV58FzWMp5hkXaGO41f4Ltapv8LPpAm14SLynUKQwsrXgeFSwchXQGYOq1o" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1013" data-original-width="1800" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEif8e3OmwqsJz2cr73UZ7OB0RsFk2q8ZrHxjd18dkdEm5f9NFD4yH9ZPsOVZYuxiOLTEWQCI4hXak05MQXV_0qMjH8NytC_XSo3FdXCaIecBq9nzErHbrHjgLpem_9sBo1YZV58FzWMp5hkXaGO41f4Ltapv8LPpAm14SLynUKQwsrXgeFSwchXQGYOq1o=w361-h203" width="361" /></a></div><br /><br /><p></p><p>Controlar, planificar, organizar, son palabras que se han hecho un hueco en nuestra vida. Parece que quien no las pone en práctica es casi un irresponsable. Pero ¿y si en vez de planificar y organizar, confiamos y aceptamos? No significa que no haya que hacer lo primero, por supuesto que es un medio para poder vivir mejor (hablando en términos de eficiencia) pero cuando se convierte en un fin, llegan las dificultades. El plan previamente planificado que no ha salido adelante provoca en mí un enfado, una molestia, una sensación de fracaso que puede, a veces, degenerar en ansiedad. «Debería haber sido de otra manera» nos decimos, pero ha ocurrido de esta otra, y nos vemos incapaces de aceptarlo y disfrutarlo. Es por ello que vuelve a aparecer la gracia que nos salva, que nos permite ver las cosas desde otra perspectiva: depositar todo nuestro tiempo en Dios, y que Él escoja, dé sus medidas, haga sus planes, es un acto de confianza.</p><p>Vivir en el hoy, en el ahora, sin fugas hacia delante ni hacia atrás es una gracia que podemos pedir. Una posibilidad más es hacer nuestra esta breve oración de Madeleine Delbrêl «le pido a Dios que yo viva sin prisas y con perfección esos espacios de amor que llenan las horas de nuestras vidas». Así sea.</p><p><br /></p><p><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-71710716732925179502023-06-17T11:49:00.001+02:002023-06-17T11:49:30.424+02:00¿Doble trabajo?<p><span style="color: #cc0000; font-family: verdana; font-size: x-large;"> J</span><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">esús, al recorrer Galilea anunciando el reino de Dios, al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Así comienza el evangelio del próximo domingo. Jesús se compadece, o sea, se le revuelven las entrañas (como se le revolvieron al padre del hijo pródigo al ver regresar a su hijo), porque se da cuenta de que la gente está cansada, desorientada, y no tienen buenos pastores que les consuelen y alivien. Las necesidades de la gente, en tiempos de Jesús y en los tiempos actuales, eran muchas. Jesús curo a muchos enfermos. También hoy hay enfermos a los que atender, hambrientos a los que dar pan, inmigrantes a los que acoger.</span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgRkZcSi8ITvZ7LZYPrcLBEVTQy8-DcpD5u6BHszZwP61bEjb8OCrNYWlXha59umrcKKA9HSwZEl-yICwCFn3pI4Rl3Ej9aOn8CysqrMWzpAFA_3bPT4KJJNA7Rdt7phqU1LwW7keQuF4fw6Sr422fsJBRZok1cmpbHW84KveLtRpfS0UrbBEb0ZSsm" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="514" data-original-width="934" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgRkZcSi8ITvZ7LZYPrcLBEVTQy8-DcpD5u6BHszZwP61bEjb8OCrNYWlXha59umrcKKA9HSwZEl-yICwCFn3pI4Rl3Ej9aOn8CysqrMWzpAFA_3bPT4KJJNA7Rdt7phqU1LwW7keQuF4fw6Sr422fsJBRZok1cmpbHW84KveLtRpfS0UrbBEb0ZSsm=w399-h220" width="399" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Pero sin olvidar cual es la necesidad principal que todos tenemos: encontrar sentido a la vida, llenarla no solo de pan, sino de amor, llenarla de Dios. Los pastores de los que habla Jesús deberían ocuparse de todas esas necesidades. Y pastores somos todos. Todos somos pastores los unos de los otros. Francisco de Asís, en su regla para los eremitorios, dice que los que quieran vivir como religiosos en los eremitorios sean tres o cuatro hermanos. Y ahí viene la sorpresa: esos hermanos deben turnarse en ser unas veces madres y otras hijos, para que se alternen en llevar unas veces la vida de Marta y otras la vida de María. El eremitorio es como una Iglesia en pequeño, un signo de lo que debe realizarse en toda comunidad cristiana. En ella debemos cuidar maternalmente los unos de los otros, porque todos somos hermanos. En la Iglesia no hay superiores y súbditos.</span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Jesús viendo a esas multitudes abandonadas, que no tienen pastores maternales que les cuiden, se dirige a sus discípulos con estas palabras: “la mies es abundante, pero los trabajadores son pocos”. Aunque sean pocos, por lo menos hay algunos. Como las muchedumbres son una mies abundante, lo lógico sería recomendar a los pocos que trabajasen el doble. Pero lo que recomienda Jesús es rogar al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Eso nos desconcierta: en lugar de animarnos a trabajar, Jesús nos invita a la oración.</span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">No se trata de no trabajar, no se trata de no dar pan al hambriento y palabras de vida y verdad a los que vagan sin sentido. Se trata de cobrar conciencia de que los discípulos no pueden hacer eso por propia iniciativa; deben hacerlo comisionados por el Señor porque, dice Jesús: “sin mi, nada podéis hacer”. Unidos a él, hay que poner todo nuestro empeño en cosechar esta abundante mies. El envío de los doce primeros apóstoles a las ovejas descarriadas de Israel, anticipa el envío que Jesús hace a la Iglesia de hoy, a cada uno de los creyentes, para que, unidos al dueño de la mies, y no dejando de orar, se pongan a trabajar con todo su empeño, con toda su imaginación, para decir palabras de consuelo y esperanza a los cansados y abandonados, y ofrecer pan y vestido a los hambrientos y desnudos.</span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Fuente: <a href="https://nihilobstat.dominicos.org/articulos/mucha-mies-pocos-trabajadores-doble-trabajo/">https://nihilobstat.dominicos.org/articulos/mucha-mies-pocos-trabajadores-doble-trabajo/</a></span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-10890706046874501632023-05-24T12:22:00.000+02:002023-05-24T12:22:25.980+02:00Oración al Espíritu Santo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjveff4DwtzRn3SFKU2lK390zgTkRfewcHep4V23p_W3qgLLiLm2IpNaMettHdrV_mqqF0FKaiqhRPLiWCNl9mIsxsbl62-dqkrTmsyZqLO-YrVRjDvtSKUCtm3Cv_pPeVh7gImmKuMCyfU27wxxiogj4ycxLo55KTfSGY156VZCe5ukUb5rnIGVzSM/s1080/%C2%A1VEN!.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="380" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjveff4DwtzRn3SFKU2lK390zgTkRfewcHep4V23p_W3qgLLiLm2IpNaMettHdrV_mqqF0FKaiqhRPLiWCNl9mIsxsbl62-dqkrTmsyZqLO-YrVRjDvtSKUCtm3Cv_pPeVh7gImmKuMCyfU27wxxiogj4ycxLo55KTfSGY156VZCe5ukUb5rnIGVzSM/w380-h380/%C2%A1VEN!.png" width="380" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Oh Espíritu Santo,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Amor del Padre, y del Hijo,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">inspírame siempre</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">lo que debo pensar,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">lo que debo decir,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">cómo debo decirlo,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">lo que debo callar,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">cómo debo actuar,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">lo que debo hacer,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">para gloria de Dios,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">bien de las almas</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">y mi propia Santificación.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Espíritu Santo,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Dame agudeza para entender,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">capacidad para retener,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">método y facultad para aprender,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">sutileza para interpretar,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">gracia y eficacia para hablar.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Dame acierto al empezar</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">dirección al progresar</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">y perfección al acabar.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Amén.</span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-920987472697295452023-05-16T12:34:00.000+02:002023-05-16T12:34:06.205+02:00Mansedumbre (I)<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: verdana; font-size: large;">El objetivo del camino espiritual no es la gran ascesis, ni
el ayuno continuado, ni el hombre consecuente, sino el hombre manso.</span><span style="font-family: verdana; font-size: large; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Evagrio alaba constantemente la mansedumbre
como señal del hombre espiritual.</span><span style="font-family: verdana; font-size: large; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y nos
anima a ser mansos como Moisés, de quien dice la Escritura: «Era el más manso
de todos los hombres» (Num 12, 3).</span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIX3jbiuLW7HJUZ-9jJwg5bwrNMUlDfYHRv4t4krg2UYMOt3WM_hNj9tci0ysaXdOGYmacfDIHYumjdIqqPOqNALw5_1SIbQmTH05SUtJLHMJpG0MFVL2d_0LYTOJjS_s9QH_eh93vZgkpPa7Den6It5rw7O2qOxrHNmQwgGhmFpgCEkWnEKINOqDy/s780/manse.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="330" data-original-width="780" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIX3jbiuLW7HJUZ-9jJwg5bwrNMUlDfYHRv4t4krg2UYMOt3WM_hNj9tci0ysaXdOGYmacfDIHYumjdIqqPOqNALw5_1SIbQmTH05SUtJLHMJpG0MFVL2d_0LYTOJjS_s9QH_eh93vZgkpPa7Den6It5rw7O2qOxrHNmQwgGhmFpgCEkWnEKINOqDy/w448-h189/manse.jpg" width="448" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">«Yo os pido que nadie ponga su confianza sólo en la
continencia, pues no es posible edificar una casa con una sola piedra, ni con
un solo ladrillo terminar un edificio.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Un asceta colérico es una madera seca, sin fruto en el otoño, doblemente
muerta y desarraigada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El hombre
irascible no verá la aurora naciente, sino que irá allí de donde no se vuelve,
tierra oscura y de tinieblas, donde no brilla ninguna luz ni se puede ver
ningún viviente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La continencia somete
sólo al cuerpo; la mansedumbre hace ver al intelecto» (Brief, 27).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Evagrio habla constantemente de que la ascesis sola no es
suficiente en el camino espiritual.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo
decisivo es la mansedumbre.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ella es la
que cambia el corazón del hombre y le hace abierto a Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">«La continencia sola se parece a aquellas vírgenes necias que
fueron excluidas del banquete de bodas, porque se les acabó el aceite y se les
apagaron sus lámparas» (Brief, 28).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y
también: «Aquel que se priva de la comida y de la bebida, pero en cuyo interior
se agita un enfado injustificado, se parece a un barco en medio del mar y
piloteado por el demonio de la ira» (Brief, 56).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-31612177377134544742023-04-22T09:55:00.000+02:002023-04-22T09:55:35.440+02:00Luz y Verdad<p style="text-align: justify;"> "<span style="font-family: courier; font-size: large; text-align: justify;">¡Oh alma mía!, ¿has encontrado lo
que buscabas? Buscabas a Dios, y has llegado a conocer que está por encima de
todas las cosas, mayor que lo que nuestro pensamiento puede imaginar; que es la
vida, la luz, la sabiduría, la bondad, la bienaventuranza eterna y la eternidad
feliz; que está por todas partes y siempre. Porque si no has encontrado a tu
Dios, ¿cómo es el ser que has encontrado, y cómo has comprendido con verdad tan
firme y tan verdadera firmeza que el objeto que acababas de alcanzar era Dios?
Si, por el contrario, le has encontrado, ¿cómo no sientes la presencia de lo
que has encontrado? ¿Por qué, oh Señor Dios mío, mi alma no te siente si te ha encontrado?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: courier; font-size: medium;">¿Será que no te ha encontrado
cuando ha creído comprender que eres luz y verdad? ¿Ha podido ella comprender
esto si no es viendo la luz y la verdad? ¿Ha podido comprender algo de tu esencia
si no es por tu luz y tu verdad? Si, pues, ella ha visto la luz y la verdad,
ella te ha visto; y si ella no te ha visto, no ha visto la luz y la verdad.
¿Cómo creer, en efecto, que ha visto la luz y la verdad y que, sin embargo, no
te ha visto, si no es que te ha visto de cierto modo, pero no cual eres tú?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: courier; font-size: medium;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhmpai48vbDVfEOpTp7OvDOvnnBT9VPTFfVbOVE7vbj5Bov54aoSeIU0I2VoKiSrcs3JUy4-FGHQbbETMaQixXTX6rau1n--pwFV0RcyptTXeMbqZYEKAKI0_N_fHWl8b42mKl_QHhouLQpQRuZp45lWmCPH_IOra-q2J-NP873FvVVB4Xo-6UoJ2kP" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="400" data-original-width="765" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhmpai48vbDVfEOpTp7OvDOvnnBT9VPTFfVbOVE7vbj5Bov54aoSeIU0I2VoKiSrcs3JUy4-FGHQbbETMaQixXTX6rau1n--pwFV0RcyptTXeMbqZYEKAKI0_N_fHWl8b42mKl_QHhouLQpQRuZp45lWmCPH_IOra-q2J-NP873FvVVB4Xo-6UoJ2kP=w408-h213" width="408" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-family: courier; font-size: medium;">Señor, Dios mío, creador y
reparador de mi ser, di a mi alma, llena de deseos; dile que eres otro del que
ella ha visto, para que vea, en fin, sin velo lo que aspira a ver. Atentamente
busca ver más de lo que ha visto, pero no ve nada más de lo que ha visto, nada
sino profundas tinieblas. O, más bien, no ve tinieblas, porque en ti no las
hay, pero ve que no puede ver más a causa de sus propias tinieblas. ¿Por qué
esto, Señor, por qué? ¿Su ojo está oscurecido por su debilidad o deslumbrado
por tu esplendor? Sí, su ojo está oscurecido por sus propias tinieblas y
deslumbrado por tu luz. Su corto alcance la ciega, se pierde en tu inmensidad,
está encerrado por sus estrechos límites, sobrepasado por tu grandeza
ilimitada. Porque, ¡cuán grande es esta luz de donde brota y brilla toda
verdad, que luce a los ojos del alma dotada de razón! ¡Cuán vasta esta verdad
en la cual está todo lo que es verdad y fuera de la cual no hay más que nada y
mentira! ¡Cuán inmensa es, ella que de un solo vistazo ve todo lo que existe,
de qué principio, por qué poder y de qué manera ha sido hecho de la nada! ¡Qué
pureza, qué simplicidad, qué certeza, qué brillo se encuentra en ella! Mucho
más, sin duda, de lo que la criatura puede comprender."</span><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: courier; font-size: medium;"><br /></span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-78834121333239311512023-04-09T09:34:00.001+02:002023-04-09T09:34:07.833+02:00Santa y Feliz Pascua<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNN8OxIRfehDOttEJ7KDjsWjp1u9w5GMJAkm3GwuzgyGQYoeMFfzmOhhsYY-RCzV-pEFiCWcddstMNQZXZV3Zvcpwhxqp_yKYGKeiVonDU6u2ogS21j16cON-tcdYFMm1JUArK367W73PfF_2j4fjv_-9Uu_ceLmP-v56hFuYaKIqGPEjedD6PCNo3/s768/plantas-para-jardim-3-768x506.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="506" data-original-width="768" height="329" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNN8OxIRfehDOttEJ7KDjsWjp1u9w5GMJAkm3GwuzgyGQYoeMFfzmOhhsYY-RCzV-pEFiCWcddstMNQZXZV3Zvcpwhxqp_yKYGKeiVonDU6u2ogS21j16cON-tcdYFMm1JUArK367W73PfF_2j4fjv_-9Uu_ceLmP-v56hFuYaKIqGPEjedD6PCNo3/w499-h329/plantas-para-jardim-3-768x506.jpg" width="499" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br />Has vuelto a la vida desde la VIDA</span><p></p><div><span style="font-size: medium;">Has llenado el desierto de tus flores</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Has plenificado el corazón de tu amor</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Has cambiado la tristeza en alegría</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">-----------------------</span></div><div><br /></div><div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">¿Qué quiero, mi Jesús?…Quiero quererte,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">quiero cuanto hay en mí del todo darte</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">sin tener más placer que el agradarte,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">sin tener más temor que el ofenderte.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Quiero olvidarlo todo y conocerte,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">quiero dejarlo todo por buscarte,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">quiero perderlo todo por hallarte,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">quiero ignorarlo todo por saberte.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Quiero, amable Jesús, abismarme</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">en ese dulce hueco de tu herida,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">y en sus divinas llamas abrasarme.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Quiero, por fin, en Ti transfigurarme,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">morir a mí, para vivir tu vida,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme.</span></div></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div><br /></div><div> Calderón de la Barca </div><div><div><br /></div><div><br /></div></div><div>-----------------------</div><div><br /></div><div><p class="MsoNormal">En Pascua, en la mañana del primer día de la semana, Dios
vuelve a decir: «Que exista la luz». Antes había venido la noche del Monte de
los Olivos, el eclipse solar de la pasión y muerte de Jesús, la noche del
sepulcro. Pero ahora vuelve a ser el primer día, comienza la creación
totalmente nueva. «Que exista la luz», dice Dios, «y existió la luz». Jesús
resucita del sepulcro. La vida es más fuerte que la muerte. El bien es más
fuerte que el mal. El amor es más fuerte que el odio. La verdad es más fuerte
que la mentira. La oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge
de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios. Pero esto no se refiere
solamente a él, ni se refiere únicamente a la oscuridad de aquellos días. Con
la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada. Él nos lleva a
todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de
oscuridad. Él es el nuevo día de Dios, que vale para todos nosotros.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Benedicto XVI<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">--------<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Feliz y santa Pascua<o:p></o:p></p></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-24304551550010814372023-04-07T00:07:00.006+02:002023-04-07T09:26:28.558+02:00El Siervo<p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Viernes Santo de la Pasión y Muerte del Señor. Toda la Iglesia hoy mira con atención, con amor, con agradecimiento y con profundo sentimiento de adoración, la Cruz del Señor. Hoy llega a su punto culminante su entrega por nosotros. Con Pablo podemos decir: “me amó hasta entregarse por mí”. Todo dolor, todo sufrimiento, todo sin sentido, nuestra flaqueza y pecado, todo está asumido en la Cruz por Jesús. Nos ha cargado a cada uno, haciendo suya nuestra debilidad, para sepultarlo todo en el abismo inmenso de su amor y desde ahí resucitarnos a una vida nueva.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Ante la Cruz de Jesús no caben hoy muchos discursos, solo cabe la respuesta creyente de amor a Aquel que cuelga del madero, convirtiendo su costado abierto en hogar de salvación, puerta abierta de vida y misericordia.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: helvetica;">F. Juan Carlos Glez. del Cerro, OP</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">.......................................................................</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"> He aquí el siervo</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">de quien se horrorizaban las gentes,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">de quien te horrorizabas tú,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">hombre que buscas la belleza y el consuelo</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">en tu piedad</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">que buscas tu propia justificación,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">el espejo de tus sueños</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"> que quieren escapar de la realidad.</span></p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFwd7LZUVwCS-f9t-ulsVwlwkWqraQm5qTxdnz8z4De_pX7vxTzpxgqGZELDzaOLMtZl0fng2SDjXnsZfI_um_9ehkZSQFeIO9OJs4JVcOtpiGac-Xxe12D-GvOd9HcnYLV9ecMyalx3UvVzGfeWGES7pkCYF2A9q9WIcK86KeG06-XJVf3kfci332/s1038/cristo%20cruz.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="1038" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFwd7LZUVwCS-f9t-ulsVwlwkWqraQm5qTxdnz8z4De_pX7vxTzpxgqGZELDzaOLMtZl0fng2SDjXnsZfI_um_9ehkZSQFeIO9OJs4JVcOtpiGac-Xxe12D-GvOd9HcnYLV9ecMyalx3UvVzGfeWGES7pkCYF2A9q9WIcK86KeG06-XJVf3kfci332/w369-h239/cristo%20cruz.png" width="369" /></a></div><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><p style="text-align: center;">He aquí el siervo</p></span><p></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">de quien te apartas de continuo.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Escucha ese halo que le rodea</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">trabajando ya su transfiguración:</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Este es mi Hijo amado, escuchadlo.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">Permaneces mirando, aunque no quieres.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">No te canses, no huyas,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;">estate fiel a tu Señor aquí.</span></p><p style="text-align: center;"><br /><span style="font-family: helvetica; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><br /></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-41414641837998668722023-04-02T12:39:00.001+02:002023-04-02T12:39:32.593+02:00Lugares lentos y lugares rápidos<p><span style="font-size: medium;"> "Hay lugares lentos y lugares rápidos. Por ejemplo, al entrar en un McDonald’s sentimos la necesidad de movernos deprisa y de hablar más rápido. De comer con avidez. Ocurre lo mismo en un aeropuerto, en la tienda de ropa de un centro comercial, en la estación de tren o en el banco, cuando esperamos el turno. Son lugares donde nos convertimos en criaturas vertiginosas. Ideados para el consumo o la circulación de muchedumbres, nos vuelven reactivos. En otros lugares ocurre justamente lo contrario: el ritmo temporal se ralentiza y nos volvemos pausados. Parques públicos, patios recoletos con musgo, bibliotecas, templos o habitaciones sin trasiego, donde podemos estar a solas. Estos lugares lentos activan nuestra semilla contemplativa, mientras que los primeros, los rápidos, desatan nuestra avidez.</span></p><p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiJ_KIwCKD61jeSMWd5wkWAqVc1FKFOQb58ba8BgNfr53k9VCcFLgjN6YJ0QUdZsZupSQS8J44ogm072o4Dw9mowknEU3YoSca9_eSsIpV_58nMZOtzpFVMTpZ3bwi-ZmFK3qgKcD9BZPalxI3OtJBGtpTMtHoy3Z-agaSG77xfrbCE9_9Q1gGSBzd5" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="183" data-original-width="275" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiJ_KIwCKD61jeSMWd5wkWAqVc1FKFOQb58ba8BgNfr53k9VCcFLgjN6YJ0QUdZsZupSQS8J44ogm072o4Dw9mowknEU3YoSca9_eSsIpV_58nMZOtzpFVMTpZ3bwi-ZmFK3qgKcD9BZPalxI3OtJBGtpTMtHoy3Z-agaSG77xfrbCE9_9Q1gGSBzd5" width="320" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><br /></span><p></p><p><span style="font-size: medium;">Pasa también con los objetos. El libro físico nos impone una lectura más calmosa que el digital. Con el libro físico uno disfruta del tacto de las páginas, de su sonido al doblarse. Porque las manos también leen, y todo el cuerpo. El agua en un vaso de plástico parece menos quieta que en uno de arcilla, donde adquiere una apariencia más contemplativa. La luz alógena, comparada con la llama de una vela, es inexpresiva. Las cosas artesanales, en fin, se me antojan más recogidas que las sintéticas. Tienen una presencia menos nerviosa.</span></p><p><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-size: medium;">Hay lugares lentos y lugares rápidos, y los rápidos son los que gozan de más prestigio en nuestro siglo. Muchas personas se han acostumbrado tanto a la velocidad que se sienten incómodas sin esa urgencia en la que viven inmersas, como un hámster en su rueda. Una alumna, recuerdo, se puso muy nerviosa al escuchar a Bach y se relajó en cuanto puso una canción de reguetón. Aunque sea paradójico, el ritmo electrónico producía en ella más bienestar que el sonido del piano. Con esta anécdota queda claro cómo todo acaba influyéndonos. Los lugares lentos, por este motivo, pueden modificar nuestra manera de ser y de estar, si los frecuentamos.</span></p><p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHLXuSMCafh35flbMeH_Gi1ROF6THFyy7OIsYaFqi9w2zvelYkZRs_vPXsNCMGgMmo7G9wC94RCX3YGFTNQaGvk1UPnJiFvlQGT3oTYPJGvSS9ni1DtlEZodfENAsp1EjQ39uAdcEoBI43gps64oERrWDOp8JTKASnbR2FEZlULi_u5Vx4YpsV0wUF" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="400" data-original-width="600" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHLXuSMCafh35flbMeH_Gi1ROF6THFyy7OIsYaFqi9w2zvelYkZRs_vPXsNCMGgMmo7G9wC94RCX3YGFTNQaGvk1UPnJiFvlQGT3oTYPJGvSS9ni1DtlEZodfENAsp1EjQ39uAdcEoBI43gps64oERrWDOp8JTKASnbR2FEZlULi_u5Vx4YpsV0wUF" width="320" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><br /></span><p></p><p><span style="font-size: medium;">Se hace necesario buscar lugares lentos o crearlos. Ir al parque para recostarnos sobre la hierba. Entrar en una biblioteca o en una iglesia y sentarnos con los ojos cerrados. Permanecer en nuestra habitación, mirando por la ventana. De manera que vayamos familiarizándonos, poco a poco, con la velocidad de la poesía. Al final, haciendo de la lentitud una costumbre, tendremos calma dentro de nosotros con independencia del lugar donde estemos. Podremos cerrar los ojos en la sala de urgencias de un hospital, tomar consciencia de la respiración y sentirnos dentro de una cabaña escondida en el bosque. Seremos como esos ginkgos que hay plantados en la Gran Vía de Granada. En otoño, cuando amarillean, vuelven mágica la calle atestada de coches y turistas. Sin alterarse lo más mínimo por la velocidad que los rodea, parecen monjes del Himalaya.</span></p><p><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-size: medium;">No me conformo con buscar lugares lentos. Buscar lugares lentos es solo el principio. La lentitud debe traspasar las fronteras de nuestro rato contemplativo. Colonizar el resto de la jornada, más allá del incienso o el icono. Aspiro a respirar consciente mientras espero la hamburguesa en un McDonald’s abarrotado. En una discusión o en el atasco. Ser tan lento como una hoja otoñal en mis ocupaciones diarias, todas. Si Thomas Merton supo que Thich Naht Hanh Ha era un auténtico monje por el modo en que cerró la puerta era porque este había conseguido trasladar su oración a cada segundo de su existencia. Dicho de otro modo: había transformado cada segundo de su existencia en una oración."</span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-84640773872404682522023-03-11T18:33:00.003+01:002023-03-11T18:33:42.531+01:00silencio<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOj_Hwg0lI0labbu-4FoMBuZ3cwE3d9vZX2HOpahyRW7Va5bGyaWKfVKHxIkq1OkQEswgVD2eAKlv7DPOIzxc1n7wHKvlW8oSacJS--diJFULpC6dR0n_KTC47MqyedgKiyhbqRo77458xBiSZRICat4ow-Eq0Jmpl9Zesjzmu8L_BOBwX8n50UWLc/s5779/pexels-khoa-v%C3%B5-5430077.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5779" data-original-width="3853" height="375" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOj_Hwg0lI0labbu-4FoMBuZ3cwE3d9vZX2HOpahyRW7Va5bGyaWKfVKHxIkq1OkQEswgVD2eAKlv7DPOIzxc1n7wHKvlW8oSacJS--diJFULpC6dR0n_KTC47MqyedgKiyhbqRo77458xBiSZRICat4ow-Eq0Jmpl9Zesjzmu8L_BOBwX8n50UWLc/w249-h375/pexels-khoa-v%C3%B5-5430077.jpg" width="249" /></a></div><br /><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Me gusta el
silencio, desde que empecé a amarte en él.</i></span><span style="font-size: 18pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-23307018896240052072023-02-22T14:32:00.003+01:002023-02-22T15:42:48.876+01:00Dios como un almendro<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-4xMtXWYQ0gLfMjztoZ6oonxJ93IoUu9nP8xfSrB7VREGdgDxTYNgAzfxRgTflYKsCMaU98dnHFrPyQiQuKGwmy6npOb1rNCs8O6-sxbl8MFs19KQQF6-6IX4n6pxceBGwjy-EUN3cZCZrXVRv_6uRcBf50JUydOzlugTt_gQKGP8JBiiY3iD62Jw/s720/IMG-20230216-WA0002.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="719" data-original-width="720" height="477" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-4xMtXWYQ0gLfMjztoZ6oonxJ93IoUu9nP8xfSrB7VREGdgDxTYNgAzfxRgTflYKsCMaU98dnHFrPyQiQuKGwmy6npOb1rNCs8O6-sxbl8MFs19KQQF6-6IX4n6pxceBGwjy-EUN3cZCZrXVRv_6uRcBf50JUydOzlugTt_gQKGP8JBiiY3iD62Jw/w477-h477/IMG-20230216-WA0002.jpg" width="477" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;">"Dios como un almendro, </span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;">con la flor despierta.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;">Dios que nunca duerme,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;">busca quien no duerma,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;">y entre las diez vírgenes,</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0; font-size: large;"> solo hay cinco en vela."</span></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span>Que durante este santo tiempo de cuaresma permanezcamos vigilantes y atentos, para que cuando Jesús resucite, nos</span><span> encuentre en vela.</span></span></p><p><a href="https://elsantonombre.org/2021/02/20/la-cuaresma-interior/">La cuaresma interior</a></p><p>Imagen del volcán de La Palma, ya con nueva vida. </p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-12164982042073722422023-02-17T18:47:00.004+01:002023-02-17T18:47:30.683+01:00Sin virtud<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="font-family: "inherit", serif;"><span style="font-size: x-large;">"Sin virtud Dios no es más que una palabra." </span><span style="font-size: 18pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="font-family: "inherit", serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW4Cj_VOeyWn7HrWlwKYtZrrdCaY2qXCFhxFRLzxX68YjizhiB3AyV4iUt17UdRLN2iDFSirUkYG4cWz140kvDYkmThzODcM6ipwqNOxLuaQTnSa4jXXDyAjMt9hDcSI69BjlscZUIT2fJ9HaST4uirHGDYpNRynu1DLChXZmfH6Xvyg4t7mW0KBPA/s5250/pexels-q-h%C6%B0ng-ph%E1%BA%A1m-11244504.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5250" data-original-width="3500" height="419" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW4Cj_VOeyWn7HrWlwKYtZrrdCaY2qXCFhxFRLzxX68YjizhiB3AyV4iUt17UdRLN2iDFSirUkYG4cWz140kvDYkmThzODcM6ipwqNOxLuaQTnSa4jXXDyAjMt9hDcSI69BjlscZUIT2fJ9HaST4uirHGDYpNRynu1DLChXZmfH6Xvyg4t7mW0KBPA/w279-h419/pexels-q-h%C6%B0ng-ph%E1%BA%A1m-11244504.jpg" width="279" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-41495610833025364432023-01-09T23:52:00.000+01:002023-01-09T23:52:25.543+01:00Palabra y silencio<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: medium;"><span style="font-family: verdana; text-align: justify;">Es necesario el </span><b style="font-family: verdana; text-align: justify;">silencio
interior y exterior para poder escuchar la Palabra</b><span style="font-family: verdana; text-align: justify;">. Se trata de un punto
particularmente difícil para nosotros en nuestro tiempo. En nuestra época no se
favorece el recogimiento; es más, a veces da la impresión de que se siente
miedo de apartarse, incluso por un instante, del río de palabras y de imágenes
que marcan y llenan las jornadas. Hay necesidad de </span><b style="font-family: verdana; text-align: justify;">educarnos en el valor del silencio</b><span style="font-family: verdana; text-align: justify;">: </span><b style="font-family: verdana; text-align: justify;">Redescubrir el puesto central de la Palabra de Dios en la vida de la
Iglesia quiere decir también redescubrir el sentido del recogimiento y del
sosiego interior.</b><span style="font-family: verdana; text-align: justify;"> La gran tradición patrística nos enseña que los misterios
de Cristo están unidos al silencio, y sólo en él la Palabra puede encontrar
morada en nosotros, como ocurrió en </span><b style="font-family: verdana; text-align: justify;">María,
mujer de la Palabra y del silencio</b><span style="font-family: verdana; text-align: justify;"> inseparablemente.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">Este principio —que sin silencio no se oye, no se escucha, no
se recibe una palabra— es válido sobre todo para la oración personal, pero
también para nuestras liturgias: para facilitar una escucha auténtica, las
liturgias deben tener también momentos de silencio y de acogida no verbal.
Nunca pierde valor la observación de san Agustín: «Cuando el Verbo de Dios
crece, las palabras del hombre disminuyen» <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz9gmr0NNevHd4zAyX5YCgze5n93vggDNkEXlZOSORpw64HiqZKrJJqSlVNK7-V1jYfkoYRQHKZIqDQ8q-9BspOanAYeHZE65GoKPHcw67SpciRlM64yz8WDdmtNBQnhIrEbv60CgluVDy6CpCcPgV9HN_A6AbK8jghC6toYDlU87OF7Ihxw8fFBHP/s1080/2023.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="394" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz9gmr0NNevHd4zAyX5YCgze5n93vggDNkEXlZOSORpw64HiqZKrJJqSlVNK7-V1jYfkoYRQHKZIqDQ8q-9BspOanAYeHZE65GoKPHcw67SpciRlM64yz8WDdmtNBQnhIrEbv60CgluVDy6CpCcPgV9HN_A6AbK8jghC6toYDlU87OF7Ihxw8fFBHP/w394-h394/2023.jpg" width="394" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los Evangelios
muestran cómo con frecuencia Jesús, sobre todo en las decisiones decisivas, se
retiraba completamente solo a un lugar apartado de la multitud, e incluso de
los discípulos, para orar en el silencio y vivir su relación filial con Dios. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El silencio es capaz de abrir un espacio
interior en lo más íntimo de nosotros mismos, para hacer que allí habite Dios,
para que su Palabra permanezca en nosotros, para que el amor a él arraigue en
nuestra mente y en nuestro corazón, y anime nuestra vida.</b> Por lo tanto, la
primera dirección es: volver a aprender el silencio, la apertura a la escucha,
que nos abre al otro, a la Palabra de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p><span style="font-family: verdana;">Además, no sólo existe nuestro silencio para disponernos a
la escucha de la Palabra de Dios. A menudo, en nuestra oración, nos encontramos
ante el silencio de Dios, experimentamos una especie de abandono, nos parece
que Dios no escucha y no responde. Pero este silencio de Dios, como le sucedió
también a Jesús, no indica su ausencia. El cristiano sabe bien que el Señor
está presente y escucha, incluso en la oscuridad del dolor, del rechazo y de la
soledad. Jesús asegura a los discípulos y a cada uno de nosotros que Dios
conoce bien nuestras necesidades en cualquier momento de nuestra vida. Él
enseña a los discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los
gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como
ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis» (Mt
6, 7-8): </span><b style="font-family: verdana;">un corazón atento, silencioso,
abierto </b><span style="font-family: verdana;">es más importante que muchas palabras. Dios nos conoce en la
intimidad, más que nosotros mismos, y nos ama: y saber esto debe ser
suficiente.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-59944014786142577432023-01-05T20:36:00.001+01:002023-01-05T20:36:39.116+01:00En búsqueda. Epifanía del Señor 2023<p style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"> Los Reyes Magos en la búsqueda del rey recién nacido. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">"Los hombres que entonces partieron hacia lo desconocido eran, en todo caso, <b>hombres de corazón inquieto</b>. Hombres impulsados por la <b>búsqueda incesante de Dios</b> y de la salvación del mundo. Hombres que esperaban, que no se conformaban con sus rentas seguras y quizás de su alta posición social. Buscaban la realidad más grande. Tal vez eran hombres doctos que tenían un gran conocimiento de los astros y probablemente disponían también de una formación filosófica. Pero no solo querían saber muchas cosas. Querían saber sobre todo lo que es esencial. <b>Querían saber cómo se puede llegar a ser persona humana</b>. Y por esto querían saber si Dios existía, dónde está y cómo es. Si Él se preocupa por nosotros y cómo podemos encontrarlo. No querían solamente saber. Querían reconocer la verdad sobre nosotros, y sobre Dios y el mundo. <b>Su peregrinación exterior era expresión de su estar interiormente en camino, de la peregrinación interior de sus corazones</b>. Eran <b>hombres que buscaban a Dios y, en definitiva, estaban en camino hacia Él</b>. Eran buscadores de Dios”. (Homilía Benedicto XVI, 6 de enero de 2013, Epifanía del Señor). </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXdKoFdd-v5n9OhRyijQ-8l1tpUsw1NRq1PjOGJoN4s-Rr_WrHIzROe7s1hhkoaNI9r1Mf4cyI5Ckl1r6UGyIOTTEYx3Sd48AO9Iu8awIOBSkEs3L0yHD0mgu5Rmn9nx6hrZp9QfUkaIkXfoA28G4QY0y5ctM8sQLmbwA-0TyqPY7OrTm_YIb0xd26/s1080/epifan%C3%ADa.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="379" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXdKoFdd-v5n9OhRyijQ-8l1tpUsw1NRq1PjOGJoN4s-Rr_WrHIzROe7s1hhkoaNI9r1Mf4cyI5Ckl1r6UGyIOTTEYx3Sd48AO9Iu8awIOBSkEs3L0yHD0mgu5Rmn9nx6hrZp9QfUkaIkXfoA28G4QY0y5ctM8sQLmbwA-0TyqPY7OrTm_YIb0xd26/w379-h379/epifan%C3%ADa.png" width="379" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8334143989069309084.post-7200611077076539182023-01-01T01:24:00.007+01:002023-01-04T17:05:05.998+01:00Santa María Madre de Dios<p style="text-align: justify;"><span style="color: #cc0000;"> </span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiQQSx2aRbC4bUjf2V-pI7tmAHqJQClxouIaKVE2Mb-VNiX1VPRrqpRjKWJXmFeXTKxKFScBrqm0jTPGfMhzlOFZ60U8HkT5sw9N5HaH_h1pvPx777ShIYAtdW_msY3dyJex2BYxfgumYIwVIwDulfoNqLlbQz-U5SuhlWQNEOu2lBx_mstMNg9TZI/s426/icono-virgen-navidad.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="426" data-original-width="285" height="413" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiQQSx2aRbC4bUjf2V-pI7tmAHqJQClxouIaKVE2Mb-VNiX1VPRrqpRjKWJXmFeXTKxKFScBrqm0jTPGfMhzlOFZ60U8HkT5sw9N5HaH_h1pvPx777ShIYAtdW_msY3dyJex2BYxfgumYIwVIwDulfoNqLlbQz-U5SuhlWQNEOu2lBx_mstMNg9TZI/w276-h413/icono-virgen-navidad.jpg" width="276" /></a></p><p><span style="font-size: large;"> "Que la Virgen María, a la que hoy veneramos con el título de Madre de Dios, nos ayude a contemplar el rostro de Jesús, Príncipe de la Paz. </span></p><p><span face="Tahoma, Verdana, Segoe, sans-serif" style="background-color: white;"><span style="font-size: large;"></span></span></p><p><span style="font-size: large;">Que nos sostenga y acompañe en este año nuevo; que obtenga para nosotros y el mundo entero el don de la paz. Amén"</span></p>Caminarhttp://www.blogger.com/profile/17163214204118247992noreply@blogger.com0