Contemplación
El camino de la contemplación no es, de hecho, camino alguno. Cristo es el único camino, y él es invisible. El “desierto” de la contemplación es sencillamente una metáfora para explicar el estado de vacío que experimentamos cuando hemos abandonado todos los caminos, nos hemos olvidado de nosotros mismos y hemos tomado a Cristo invisible como nuestro camino.
T.M.
T.M.
Comentarios
Un abrazo.
Un abrazo.
¡Me gustó tu blog, saludos!