Mírame, Señor
Un día me miraste
como miraste a Pedro...
No te vieron mis ojos,
pero sentí que el cielo
bajaba hasta mis manos.
¡Qué lucha de silencios
libraron en la noche
tu amor y mi deseo!
Un día me miraste
y todavía siento
la huella de ese llanto
que me abrasó por dentro.
Aún voy por los caminos
soñando aquel encuentro...
Un día me miraste
como miraste a Pedro...
Comentarios
Gracias por esta preciosa y poética entrada.
Muy feliz sábado de Pascua.
Hoy el Señor me habla desde cada uno de vuestros blogs!!!
Gloria a Dios!!!