Esto es muy cierto pero a su vez es un enorme desafío, especialmente para los laicos. Conozco bien que la cuestión mundana a menudo intenta justificar unas cuantas (muchas!)mediocridades, pues a menudo he rumbeado por esa vereda sin destino. Pero sinceramente no es fácil: estar en el mundo implica a menudo -en especial para los que estamos inmersos en la ciudades grandes- sobresaturarse de ruidos externos e internos que a veces se emiten de manera deliberada para que estemos dispersos en cuestiones banales y egoístas. Y también, en estas marejadas de gentes, se anda rodeado de multitudes pero hay un enorme dispendio de soledad terrible, impuesta, islotes aislados sin projimidad. En ese panorama, que es multicausal, es cada vez más difícil comprender el valor de la soledad interior y del silencio, aunque es imprescindible. Te confieso que recordé lo que el Maestro enseñaba, aquello de entrar al cuarto interior, cerrar la puerta, orar al Padre desde el secreto de una comunión que es un milagro. Quizás se comprenda por necesidad que no está exenta de angustia, pero a su vez es complicado transmitir en especial a los que vienen después de nosotros. Un poeta de raíz campesina de estas latitudes lo entendió bien, y afirmaba: "mi corazón es un pozo/ y allí me pongo a rezar/ cosas que los dos sabemos/ y que ignoran los demás"
Quiera Dios que podamos recuperar esas virtudes tan valiosas y tan necesarias.
Gracias por lo que nos compartiste hoy. Que tengas una excelente semana.
Sí, qué hermosura, es lo más necesario. Vengo de compartir con el grupo parroquial la Palabra y la oración y es precioso. Es tarde, nos reunimos cuando todos podemos pero es muy enriquecedor. Silencio compartido.
Soledad, sí, ahora la soledad y el silencio. Qué necesario.
¡Feliz Pascua de Resurrección Caminar ! Muy bello !!. Un abrazo Pascual !!!
Anónimo ha dicho que…
soledad y silencio, ¡qué buenas hermanas ambas! Nos introducen en las estancias de tan alto Señor, como diría Santa Teresa, la de los castillos interiores... sí, el que lo ha gustado, lo sabe. Un afectuoso saludo pascual.
Comentarios
Y también, en estas marejadas de gentes, se anda rodeado de multitudes pero hay un enorme dispendio de soledad terrible, impuesta, islotes aislados sin projimidad.
En ese panorama, que es multicausal, es cada vez más difícil comprender el valor de la soledad interior y del silencio, aunque es imprescindible. Te confieso que recordé lo que el Maestro enseñaba, aquello de entrar al cuarto interior, cerrar la puerta, orar al Padre desde el secreto de una comunión que es un milagro.
Quizás se comprenda por necesidad que no está exenta de angustia, pero a su vez es complicado transmitir en especial a los que vienen después de nosotros.
Un poeta de raíz campesina de estas latitudes lo entendió bien, y afirmaba: "mi corazón es un pozo/ y allí me pongo a rezar/ cosas que los dos sabemos/ y que ignoran los demás"
Quiera Dios que podamos recuperar esas virtudes tan valiosas y tan necesarias.
Gracias por lo que nos compartiste hoy. Que tengas una excelente semana.
Paz y Bien
Ricardo
Vengo de compartir con el grupo parroquial la Palabra y la oración y es precioso. Es tarde, nos reunimos cuando todos podemos pero es muy enriquecedor. Silencio compartido.
Soledad, sí, ahora la soledad y el silencio. Qué necesario.
Un beso, querida amiga.
Muy bello !!. Un abrazo Pascual !!!
Un afectuoso saludo pascual.