La paz
La paz consigo mismo resulta del acuerdo interno. Una unificación entre el pensamiento, el sentimiento y la acción. En otros términos: Hago lo que pienso y siento que debo hacer.
Es importante comprender que el conflicto interior se produce cuando hay fuerzas en pugna. Sólo al haber oposición de fuerzas se produce la aflicción, el dolor que nos quita la paz.
Esto puedes verificarlo incluso en el infortunio, cuando algo desagradable se abate sobre la vida. Aumenta el dolor mientras más te opones y te resistes a aceptar lo que sucede.
El acuerdo interno deriva de la coherencia que des a tu vida. Hay coherencia cuando tus acciones van en una misma línea, cuando siguen un sentido, cuando son guiadas por un propósito único.
Comentarios
Muy feliz día con el Señor.
Cuanta razón.
Un abrazo.
Un abrazo.
Un abrazo
Sí, la paz se logra con la unificación de todo lo que somos -cabeza y corazón- procurada en torno a un único propósito.
Si este fin perseguido es aquel al que hemos de tender en atención a lo que realmente somos -hijos de Dios-, nuestra vida adquirirá la solidez y la coherencia que nos darán la auténtica felicidad.
Salimos del Padre y nuestro fluir vital se encamina al Lugar que fue nuestro origen. Si procuramos fluir continuamente sin quedar apegados a nada, si en esto ponemos alma, vida y corazón, gustaremos la paz fruto de orientar todas nuestras energías a lo único que merece la pena: vivir de tal modo que podamos celebrar el regreso a la Casa del Padre siendo plenamente hijos en el Hijo.
Pido por todos vosotros para que, con la gracia de Dios, esto se vaya haciendo realidad en nuestras vidas.