«Cuando el Espíritu Santo fija su morada
en el interior del hombre,
éste no puede dejar de rezar,
porque el Espíritu Santo no cesa de rezar en él.
Tanto si duerme como si está despierto,
la oración no se aleja de su alma.
Los movimientos del Espíritu purificados
son las voces silenciosas
que cantan secretamente esta salmodia invisible»
Isaac el Sirio
Comentarios
Un abrazo
éste no puede dejar de rezar.
¡Como lo pido a Dios Que Su Espíritu fije su morada en mi interior, y yo sea dócil a sus mociones!
Gracias Caminar!.Un abrazo grande.
Me encomiendo a sus oraciones.