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Alegres
La alegría, aunque no lo creamos, es esa semilla que se esconde en algún rincón del alma. Esa que todo un Dios plantó en lo escondido, y que nos empuja a hacer la aventura interior de buscarla. Con un poco de silencio y soledad, de sinceridad y desprendimiento, de sencillez, bondad e inocencia, daremos con ella. Y nos faltará compartirla con otros, porque es de por sí expansiva. Y cuando la tengamos la reconoceremos en cada rostro, en cada búsqueda o en cada tropiezo. En todo lo humano: quizás la alegría sea “lo más divino de lo humano”.
Comentarios
Qué bonito leerlo, ay, qué bonito.
Lo comparto.
¡Gracias!!!
Un beso grandísimo, mi querida amiga.
Gracias por tu presencia y tu compartir.
Que tengas una semana plena en Dios
Paz y Bien
Ricardo