Domingo del Buen Pastor
El hombre de hoy rechaza
con desdén el papel de oveja y la idea de rebaño, pero no se percata de que
está completamente dentro. Uno de los fenómenos más evidentes de nuestra
sociedad es la masificación. Nos dejamos guiar de manera supina por todo tipo
de manipulación y de persuasión oculta. Otros crean modelos de bienestar y de
comportamiento, ideales y objetivos de progreso, y nosotros los seguimos; vamos
detrás, temerosos de perder el paso, condicionados y secuestrados por la
publicidad. Comemos lo que nos dicen, vestimos como nos enseñan, hablamos como
oímos hablar, por eslogan. El criterio por el que la mayoría se deja guiar en
la propias opciones es el «Todos son así».
Mirad cómo se desarrolla
la vida de la multitud en una gran ciudad moderna:
es la triste imagen de un
rebaño que sale junto, se agita y se amontona a hora fija en los vagones del
tren y del metro y después, por la tarde, regresa junto al redil, vacío de sí y
de libertad. Sonreímos divertidos cuando vemos una filmación a cámara rápida
con las personas que se mueven a saltos, velozmente, como marionetas, pero es
la imagen que tendríamos de nosotros mismos si nos miráramos con ojos menos
superficiales.
El Buen Pastor que es
Cristo nos propone hacer con Él una experiencia de liberación. Pertenecer a su
rebaño no es caer en la masificación, sino ser preservados de ella. «Donde está
el Espíritu del Señor, allí está la libertad» (2 Corintios 3, 17), dice San
Pablo. Allí surge la persona con su irrepetible riqueza y con su verdadero
destino.
Comentarios
Que tristeza da ver tanta aglomeración de personas
corriendo todo el día si darse cuenta que Dios les habla,
que Dios los quiere...¡Que bueno seria que escucharan la voz
del Señor! Pero bueno no todo es malo, hay personas que lo escuchan,
les siguen, ¡están enamorados de El !...¡Bendito sea el Señor !!
Recemos hermana.
Un abrazo Pascual.
Solo Cristo nos ama de forma personal a cada uno y al mismo tiempo a todos, con la misa intensidad infinita de su Divino Corazón. No tiene igual Su Amor. Las ovejas de su rebaño lo sabemos y le amamos y seguimos, apoyadas en su santa gracia.
Un abrazo, hermana
Gracias, por todo lo que compartes.
Feliz sábado y un beso, querida amiga.