¡Salve, Cruz, esperanza única!
“El mundo está en llamas, el incendio podría también propagarse
a nuestra casa, pero por encima de todas las llamas se alza la cruz, incombustible. La cruz es el
camino que conduce de la tierra al cielo. Quien se abraza a ella con fe, amor y
esperanza se siente transportado a lo alto, hasta el seno de la Trinidad. El
mundo está en llamas: ¿Deseas apagarlas? Contempla la cruz; del Corazón abierto
brota la sangre del Redentor, sangre capaz de extinguir las mismas llamas del
infierno. Mediante la fidelidad en tus quehaceres, mantén tu corazón libre y
abierto, entonces rebosarán sobre él los torrentes del amor divino, haciéndolo
desbordar fecundamente hasta las confines de la tierra. Gracias al poder de la
cruz puedes estar presente en todos los lugares del dolor, a donde te lleve tu
caridad compasiva, una caridad que dimana del Corazón Divino, y que te hace
capaz de derramar en todas partes su preciosísima sangre para mitigar, salvar y
redimir. El Crucificado clava en ti los ojos interrogándote, interpelándote.
¿Quieres volver a pactar en serio con Él la alianza? Tú sólo tienes palabras de
vida eterna. ¡Salve, Cruz, única esperanza!"
Jesús, por el poder de tu Cruz y sabiendo que en ella encontramos la salvación, te pedimos por todas las personas enfermas y por sus familias. Te pedimos Jesús por todo el personal sanitario y por el personal civil y militar que está colaborando con su trabajo al sostenimiento de los países. Por todos los niños y jóvenes. Por todas las personas ancianas y en situación de riesgo. Tú sólo tienes palabras de vida eterna ¡Salve, Cruz, única esperanza!
Fuente: Hozana
Fuente: Hozana
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