Aprender la pérdida
Lo dicen todas las tradiciones: es bueno aprender la pérdida. La vida es una pérdida más otra hasta la pérdida total, la de la propia respiración. Cuanto menos pierda uno durante su vida, más dolorosa será la partida. También yo creo que es preferible el desprendimiento a la colección. Uno disfruta más las cosas si tiene pocas: la cantidad impide el saboreo. Prefiero el vacío y lo sencillo. No se trata de no leer. Hablo de un ansia, esa fiebre acumulativa. La tendencia a idolatrar. Mirar tu propia biblioteca una vez tras otra complacido, como se mira el anillo. No me gustaría vivir en la casa del fallecido Umberto Eco. Sí pasar unos cuantos días en La Gran Cartuja, y preguntarle a uno de sus habitantes: ¿Por qué sonríes en lo vacío? ¿Cuál es el secreto para vivir toda una vida en una habitación desnuda, donde nada te protege de la muerte?
Comentarios
¡Gracias!
Un abrazo.
Un abrazo fraterno invocando el Santo Nombre de Jesús.