El Siervo


Viernes Santo de la Pasión y Muerte del Señor. Toda la Iglesia hoy mira con atención, con amor, con agradecimiento y con profundo sentimiento de adoración, la Cruz del Señor. Hoy llega a su punto culminante su entrega por nosotros. Con Pablo podemos decir: “me amó hasta entregarse por mí”. Todo dolor, todo sufrimiento, todo sin sentido, nuestra flaqueza y pecado, todo está asumido en la Cruz por Jesús. Nos ha cargado a cada uno, haciendo suya nuestra debilidad, para sepultarlo todo en el abismo inmenso de su amor y desde ahí resucitarnos a una vida nueva.


Ante la Cruz de Jesús no caben hoy muchos discursos, solo cabe la respuesta creyente de amor a Aquel que cuelga del madero, convirtiendo su costado abierto en hogar de salvación, puerta abierta de vida y misericordia.

F. Juan Carlos Glez. del Cerro, OP


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 He aquí el siervo

de quien se horrorizaban las gentes,

de quien te horrorizabas tú,

hombre que buscas la belleza y el consuelo

en tu piedad

que buscas tu propia justificación,

el espejo de tus sueños

 que quieren escapar de la realidad.

He aquí el siervo

de quien te apartas de continuo.

Escucha ese halo que le rodea

trabajando ya su transfiguración:

Este es mi Hijo amado, escuchadlo.

Permaneces mirando, aunque no quieres.

No te canses, no huyas,

estate fiel a tu Señor aquí.




Comentarios

Rosa ha dicho que…
Un gran abrazo, querida amiga.

¡Feliz Pascua de Resurrección!

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