Quédate conmigo
Porque anochece ya,
porque es tarde, Dios mío,
porque temo perder
las huellas del camino,
no me dejes tan solo
y quédate conmigo.
Porque he sido rebelde
y he buscado el peligro,
y escudriñé curioso
las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor,
y quédate conmigo.
¡Qué aprisa cae la tarde!
¡Quédate al fin conmigo!
Himno de la Liturgia de las Horas
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