¡Detente!


¡Detente! Pliega el ala voladora:
¡buscas la luz, y en ti llevas la aurora!

Recorres un abismo y otro abismo
para encontrar al Dios que te enamora,
¡y a ese Dios tú lo llevas en ti mismo!

¡Y el agitado corazón latiendo,

en cada golpe te lo está diciendo,
y un misterioso instinto,
de tu alma en el oscuro laberinto,
te lo va noche a noche repitiendo!
...¡Más tú sigues buscando lo que tienes!

Dios, en ti, de tus ansias es testigo;

y, mientras pesaroso vas y vienes,
como el duende del cuento,
Él va contigo.



Comentarios

Rosa ha dicho que…
Gracias por tu compañía. Gracias. Es esencial detenernos.

Un beso.
Felicitas ha dicho que…
Misteriosa ceguera la del hombre que tiene un tesoro en el corazón, y se siente pobre y abandonado.
Oremos por nosotros y por todos.
Un beso.
Inés María ha dicho que…
Nos encanta buscar fuera ... lo que llevamos dentro!!!
Un abrazo en Cristo!!!
Tere y Jose ha dicho que…
¡Qué escrito más hermoso!
¡Qué poesía más profunda, llena de ánimo y de sabiduría!
¡Qué santa y hermosa "ironía" que un blog que se titula "Caminar" nos invite a "Detenernos"!
Un abrazo desde otro blog que también tiene la palabra "Caminar" como título.
Tere y Jose, http://venconnosotrosacaminar.blogspot.ca/
PEPE LASALA ha dicho que…
Aquí me detengo para disfrutar de un escrito tan bonito. Gracias. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
Rosario ha dicho que…
Hola Caminar: "¡Detente!" que bonita entrada, gracias por su compartir.
Dios la bendiga.
Un abrazo.

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