Repetir Tu Nombre
Al comienzo de la jornada leo las lecturas que se proclamarán en la Euaristía del día.
Hoy Pablo dice: "a mí no me importa la vida, sino completar mi carrera y consumar el ministerio que recibí del Señor Jesús" y el Señor Jesús en el evangelio: "he llevado a cabo la obra que me encomendaste."
Y una pregunta ha surgido en mi interior: ¿Cuál es el ministerio que he recibido o cual la obra que el Padre me ha encomendado? y sin más ha brotado la respuesta: Repetir tu Nombre.
Ha costado toda una vida llegar a esta respuesta, suscitada sin duda por el Espírtu, sin querer ser presuntuosa.
Repetir Tu Nombre, invocar Tu Nombre, amar Tu Nombre. JESÚS.
Porque no es un repetir mecánico, ni automático, aunque en un princiìo pueda o deba ser así; es, como nos decía no hace muchos dias el Hno. Mario, repetirlo con atención y devoción.
Algo que nos va llenando de paz, esa paz de Cristo que no es como la que da el mundo, sino esa paz que nos lleva a mirar ese mundo y lo que en él acontece con la mirada de Dios. Paz que va silenciando la vida, y con ello esa turba de pensamientos que en ocasiones parecen querer devorarnos. Esa paz que llena la existencia de algo capaz de anular todo deseo que no sea la vida que nos da el Señor Jesús.
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Que el Espíritu Santo nos mantenga unidos en la invocación del Santo Nombre de Jesús.
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martes VII semana de Pascua
Hechos de los apóstoles 20, 17-27 san Juan 17, 1-11a
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