Barcelona- súplica




Y uno se pregunta de nuevo
¿por qué?

Y hasta el cielo se interroga
¿por qué?

Y todo hombre de bien se cuestiona
¿por qué?

Y el sin sentido
vuelve  a surcar el aire.

Y la sin razón
atraviesa el universo.

Y surge la súplica:
A la sombra de tus alas, ¡guárdanos, Señor!






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