Cuando ores

 

Cuando ores, sé como la montaña
en calma, en silencio;
enraizados los pensamientos en la eternidad.
No hagas nada, sólo siéntate, sólo sé;
y cosecharás el fruto de la oración.

Cuando ores, sé como la flor
estirándose hacia el sol;
con el tallo erguido cual columna.
Estate abierto, dispuesto a aceptarlo todo sin miedo
y no te faltará la luz en tu caminar.

Cuando ores, sé como el océano
calmado en lo profundo,
con las olas subiendo y bajando.
Mantén la calma de tu corazón
y los malos pensamientos desaparecerán por sí solos.

Cuando ores, recuerda el aliento
que nos convirtió en vivientes:
de Dios procede, a Él regresa.
Une la Palabra y la oración con la corriente de la vida
y nada se interpondrá entre ti y el Dador de vida.

Cuando ores, sé como el pájaro,
que canta sin cesar ante el Creador,
con su canto elevándose como incienso.
Ora como la tórtola
con la alegría de la libertad confiada          
Dios hará nido en ti. 






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