VEN

 Espíritu divino.

Luz de Dios,

disipa la tiniebla de mis dudas y guíame.

Fuego de Dios,

derrite el hielo de mi indiferencia y abrásame.

Torrente de Dios,

fecunda los desiertos de mi vida y renuévame.

Fuerza de Dios,

rompe las cadenas de mis esclavitudes y libérame.

Alegría de Dios,

aleja los fantasmas de mis miedos y confórtame.

Aliento de Dios,

despliega las alas de mi espíritu y lánzame.

Vida de Dios,

destruye las sombras de mi muerte y resucítame.


Ven, Espíritu Paráclito,

Espíritu creador y santificador,

Espíritu renovador y consolador,

Espíritu sanador y pacificador.

Ven y concede hoy a tu Iglesia,

reunida en el Cenáculo

con María,

la experiencia de Pentecostés.

 

Comentarios

Rosa ha dicho que…
Que así sea.
Gracias.

Un abrazo, con mucho cariño.

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