Nuestro corazón

 
 
 
El santuario de nuestro corazón ha de ser casa de oración, por eso nuestra vida ha de ser una ofrenda espiritual. El bautismo nos ha consagrado. Casa de oración, de alabanza, de sacrificio, en el amor, en la alegría: no se puede profanar el templo de Dios. Ahí, en ese silencio vivo, ese Huésped divino se revelará al hombre que le recibe y se le entrega.
 
 
 

Comentarios

mjbo ha dicho que…
Es verdad, nuestro corazón ha de ser la mejor casa para Dios... ¡¡Qué bonito... !!

Un abrazo en esa morada
Susana Beatriz ha dicho que…
Bellísima síntesis! Gracias!
Anónimo ha dicho que…
Es cierto, el Señor se manifiesta en su Santuario, con amor y ternura divinas.
Un abrazo.
Marian ha dicho que…
Bello y cierto post.¡Que grandeza la nuestra, y que alegría produce en mi corazón.¡Gracias Caminar!
Un abrazo. Unidas en la oración.

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