Alegres


La alegría, aunque no lo creamos, es esa semilla que se esconde en algún rincón del alma. Esa que todo un Dios plantó en lo escondido, y que nos empuja a hacer la aventura interior de buscarla. Con un poco de silencio y soledad, de sinceridad y desprendimiento, de sencillez, bondad e inocencia, daremos con ella. Y nos faltará compartirla con otros, porque es de por sí expansiva. Y cuando la tengamos la reconoceremos en cada rostro, en cada búsqueda o en cada tropiezo. En todo lo humano: quizás la alegría sea “lo más divino de lo humano”.






Comentarios

Rosa ha dicho que…
Es cierto, siempre lo pienso.
Qué bonito leerlo, ay, qué bonito.
Lo comparto.

¡Gracias!!!

Un beso grandísimo, mi querida amiga.
Ricardo Guillermo Rosano ha dicho que…
Es verdad! El sueño del Creador es nuestra felicidad, y cada alegría es anticipo de esa plenitud filial que es también vocación y destino de un Dios que nos sonríe desde la humildad del pesebre.

Gracias por tu presencia y tu compartir.

Que tengas una semana plena en Dios

Paz y Bien

Ricardo

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